Parece que el aire que se respira en el Camp Nou es diferente al resto. Nuevo partido en casa y nuevo final feliz para el Barça, que ha vuelto a dejar tocado a Julen Lopetegui y al Sevilla con una goleada de escándalo y que podría haber sido mayor (4-0).
Ocho minutos de magia
Por primera vez en esta temporada que Antoine Griezmann no ha sido titular y Ernesto Valverde ha apostado por un ataque que podría haber sido el del año pasado. Con Luis Suárez todavía con ganas de silenciar a sus detractores, con Leo Messi todavía poniéndose a tono y con Ousmane Dembélé recuperado, todo ha fluido. Y también gracias a De Jong, Arthur y Arturo Vidal, que han ayudado a pasar un buen día de debut ante su afición a Todibo en la defensa.
Aunque el Sevilla se ha puesto serio y a través de centros laterales y de jugadas a balón parado ha hecho sufrir a Ter Stegen en varias ocasiones, el portero alemán y el desacierto andaluz han confirmado el cambio de tendencia en la portería culé. El De Jong del Sevilla, delantero centro referencia, ha estado demasiado blando en ataque y ha perdonado más de un gol cantado que ha hecho temblar a los 81.331 asistentes en el estadio blaugrana.
Pero si el Sevilla no ha hecho daño cuando podía, el Barça sólo ha necesitado ocho minutos de la primera mitad para sentenciar el partido. Parece que al Barça todavía le queda mucho para tener el nivel que ha maravillado en los últimos años, pero tiene bastantes momentos de lucidez para decidir partidos. Tres goles entre los minutos 27 y 35 de Luis Suárez, con una preciosa chilena, de Arturo Vidal, siendo pillo dentro del área, y de Dembélé, demostrando su habilidad en velocidad, han dejado a los de Lopetegui tocados y hundidos.
Regalo de Messi y tangana
Desde el tercer gol, todavía con más de media parte por jugarse, se ha acabado un duelo que a priori parecía complicado. Porque el resto del partido ha sido un paseo del Barça. El monopolio de la pelota ha sido absolutamente blaugrana, con el Sevilla haciendo algunos intentos a la desesperada para conseguir el gol del honor, pero nada de nada.
Y también ha sido el momento de ver sobre el césped la entrada de Rakitic y Busquets para calmar más el partido, y la entrada de un debutante por obligación. Ronald Araujo, defensa uruguayo de 20 años, ha debutado con el Barça por el agotamiento muscular de Todibo, que ha completado un gran partido.
Pero el duelo todavía no se había acabado y el objetivo del Barça ha sido el de darle el primer gol de la temporada a Messi. El equipo y el argentino lo han buscado y han obtenido recompensa a falta de poco más de diez minutos para el pitido final. Una falta de las que le gustan, justo en la frontal del área, y hacia dentro. Primer gol de la temporada de Messi para certificar una contundente victoria y para marcharse tranquilos al parón de selecciones.
Pero esto no ha sido todo y, casi en el 90 de partido, ha habido tangana y dos expulsiones para el Barça. La primera de Araujo, por derribar a un delantero rival cuando encaraba solo a Ter Stegen. Y la otra ha sido Dembélé, que ha recibido roja directa por protestar la expulsión de su compañero.
Y Lopetegui, que no volvía al Camp Nou desde la goleada de ahora hace un año que lo acabó de sentenciar en el banquillo del Real Madrid, ha vuelto a sufrir un severo correctivo. El Barça, que continúa con la racha positiva, ya es segundo de la Liga y está a sólo dos puntos de los blancos. Y el Sevilla sigue sin ganar en el estadio culé desde el año 2010 y lleva 15 partidos consecutivos sin llevarse los tres puntos.