El lunes, 1 de marzo, a las 8.30 h de la mañana los Mossos d'Esquadra tocaban el timbre de casa de Josep Maria Bartomeu. Abrió su padre. El expresidente del Barça está dentro con su madre cuando se presentan cuatro policías y un secretario judicial.
Mientras no llega el abogado de Bartomeu, la policía requisa los primeros indicios: dos móviles de la marca Samsung, uno de ellos con dos tarjetas para dos números diferentes.
A las 9.30 h llega el abogado José Antonio Henández y empieza el registro en el despacho del expresidente del Barça, un salón en la parte de encima del dúplex en el que vive. Aquí la policía interviene los contratos que Bartomeu nunca entregó a la policía, ni los Mossos d'Esquadra consiguieron en los requerimientos de documentación que se habían hecho anteriormente durante la investigación. Encuentran los contratos con I3 Ventures S.L., NSG Chile SPA, Coyote Express S.A., Futuric S.A. e Ituruguay S.A. Son todos los contratos de prestaciones de servicios firmados con el FC Barcelona y pagados con el dinero del club.
En el despacho encuentran también una hoja manuscrita con una nota jurídica sobre el Barçagate y una factura, además de un dosier con el resumen de conclusiones de PWC, la consultora que hizo la auditoría, otro dosier sobre merchandising y una carpeta con la inscripción "hackeo cuentas twitter 15/02/2020".
De entre la documentación que los Mossos encuentran en casa de Josep Maria Bartomeu hay un dosier sobre la "operación Ginkgo", que podría ser otro caso ligado al Barça y que estaría bajo secreto de investigación y del cual no se dan más detalles en los atestados policiales.
La policía se lleva también el ordenador portátil de Bartomeu y acaba el registro de su casa a las 11.10 h. En menos de dos horas encontraron lo que hacía meses que buscaban y que nunca nadie les entregó por voluntad propia a pesar de los requerimientos policiales.
Los Mossos recogen en su informe que estuvieron cuatro meses haciendo requerimientos de documentación y que finalmente el mes de noviembre consiguen una carpeta de datos de Nicestream con buena parte de los indicios. Pero que seguía faltando documentación que no han podido conseguir hasta que no se han hecho los registros tanto en casa de los acusados, como en las empresas investigadas y en las oficinas del Futbol Club Barcelona.
El silencio de Bartomeu
Bartomeu se fue detenido de su casa camino a la comisaría de Les Corts, donde pasó la noche. El expresidente del Barça no ha dado ninguna explicación sobre lo que se encontró en su casa ni sobre el caso Barçagate. Se acogió a su derecho a no declarar tanto en la comisaría como ante la jueza de instrucción 13 de Barcelona que lleva el caso. Está en libertad, pero con cargos, y en cualquier momento se le puede volver a requerir para que haga una declaración a medida que vaya avanzando la investigación.
Con el secreto de sumario, los abogados recomiendan no hablar hasta conocer los hechos de los que se acusa a sus clientes. Cualquier cosa que puedan decir se les puede girar en contra o puede entrar en contradicción con lo que puedan explicar los otros acusados y los testigos.
Los Mossos d'Esquadra aprovecharon los registros para interrogar a los trabajadores del Barça y los de las empresas que habían firmado el contrato para hacer el monitoreo de las redes sociales. Y eso ponía en riesgo la estrategia de defensa de Bartomeu.
Una vez analizado todo el sumario, se hay que ver cuál es la estrategia del expresidente del Barça y más viendo que todos señalan como al principal director de orquesta, quien movía los hilos y gestionaba toda la trama a Jaume Masferrer, su mano derecha.