Si una cosa queda clara a lo largo del sumario del caso Barçagate, al cual ha tenido acceso ElNacional.cat, es que Jaume Masferrer fue el ideólogo y director de toda la trama para blanquear la imagen de Josep Maria Bartomeu a partir de cuentas fake de Twitter. También ideó cómo pagarlo a través del club y que no se notase.

A través de las diferentes declaraciones con trabajadores, tanto del club como de las empresas contratadas, y del análisis de las cuentas bancarias donde se hacían los pagos, los Mossos d'Esquadra detectan las "cuentas puente" y otro posible delito: el fiscal, porque en muchas de las facturas no se declaraba ni pagaba IVA.

Quien pone sobre la pista a los investigadores es Victor Vallès, un extrabajador de I3 Ventures que explica desde el principio cómo se hace el encargo. La empresa tenía sólo cuatro trabajadores y proyectos puntuales. En 2017 llega el encargo del Barça. Es el único proyecto con el cual trabajan y que permite la viabilidad de la empresa. Se amplía la plantilla de 4 a 10 trabajadores. Y se da la orden de que todo el trabajo se hará desde Barcelona, aunque puntualmente pueden intervenir las empresas de América Latina, concretamente las empresas Big Data, NSG Chile y Tantrasoft.

"En algunos casos no tenían más ingresos que los pagos del FC Barcelona y, en otros, prácticamente todos los ingresos procedían del FCB", dice el informe de los Mossos. "Después de recibir el dinero del Barça, este dinero se traspasaba a la cuenta de I3 Ventures, lo cual manifiesta un comportamiento denominado cuenta puente, que funcionaría como cortafuegos para dificultar la identificación del beneficiario real del dinero y ocultar que los pagos iban a I3 Ventures", concluyen.

Por lo tanto, el Barça pagaba a unas cuentas de unas empresas en el extranjero que después hacían la transferencia a una cuenta de I3 Ventures. El apoderado de todas las cuentas era Rodrigo Martín Ziegner, el mismo que firma el primer contrato con el Barça.

A los Mossos les chirría todo cuando, después de la declaración del extrabajador, en la que asegura que los trabajos se hacían desde la empresa de Barcelona, el Barça acaba pagando a empresas de fuera. En total, la cuenta de I3 Ventures recibió de las cuentas de las otras empresas 1.114.627,11 euros, según han podido comprobar los investigadores. Después, de esta cuenta se retiran 51.452 euros, siempre por ventanilla, en efectivo, y en cantidades de 1.000 o 1.500 euros.

La policía cree que hay bastantes indicios para imputar un delito de fraude fiscal, porque las facturas abonadas a las empresas extranjeras no llevaban el IVA añadido y sólo constaba el IVA en las facturas de I3 Ventures.

Los investigadores concluyen que "hay un principio de caja única y que se estaría utilizando un grupo empresarial ficticio, fraccionando un solo encargo en diferentes contratos y facturas, cuando el proveedor del servicio es uno solo y se actúa bajo una estructura simulada".

De hecho, cuando los Mossos comprueban las direcciones de las presuntas empresas, se encuentran con casas o descampados donde no consta ninguna sede. Como la de IT Uruguay, situada en un descampado en el que sólo hay una autocaravana destartalada.

"Los directivos que eran miembros de la comisión de adjudicaciones nunca recibieron estos contratos, en el comité de compliance nunca se analizaron estos proveedores. En conclusión, toda la contratación fue ocultada a la junta directiva y a todos los organismos de control del club".

Esconder datos a la directiva

Entre las maniobras de Masferrer para ocultar las operaciones al club hay un nuevo sistema de validación por unos supuestos contratos confidenciales. Lo explica a la policía la exdirectora financiera Montserrat Font. Font acusa directamente a Romà Gómez Ponti de idear un sistema paralelo para evitar mecanismos de control del club.

Todos los directivos a los que los Mossos d'Esquadra interrogan acaban negando que tuvieran conocimiento de estos contratos e incluso apuntan a que la auditoría que se hizo, justamente para aclarar internamente el caso, no decía toda la verdad.