Últimamente, las cosas van rodadas en can Barça. El equipo de Hansi Flick es líder de la Liga, practicando un juego muy vistoso y, sobre todo, efectivo. Este pasado domingo, el conjunto blaugrana sumó al Sevilla a su lista de víctimas por goleada (5-1) tras una nueva noche repleta de alegrías para el barcelonismo.

Esta vez, sin embargo, fue la más especial de la temporada, y es que, aparte de una nueva victoria incontestable de los de Flick, Gavi volvió a la acción 348 días después. El alma del Barça, entre una atronadora ovación y recogiendo el brazalete de capitán de manos de Pedri, fue el último cambio del cuadro culé (82'). Esta sustitución, además, hizo bajar todavía más la media de edad con la que el equipo acabó el partido. Nada más y nada menos que 22,5 años.

Pedri, haciendo entrega del brazalete de capitán a Gavi / Foto: EFE

El Barça ha recuperado la huella de la Masia

El propio Gavi, aunque parezca un veterano por las mil y una batallas que acumula a sus espaldas, era el segundo futbolista más joven sobre el césped (20 años). Solo por delante de él estaba Pau Cubarsí con 17, pero es que los Pablo Torre, Balde, Fermín y Casadó con 21 años o los Gerard Martín y Pau Víctor con 22 hicieron que los 25 de Iñaki Peña o los 33 de Iñigo Martínez ni afectaran a este registro de récord.

En los últimos años, coincidiendo no por casualidad con la gran crisis financiera que el club está dejando atrás, el Barça ha recuperado la huella de la Masia. De los futbolistas que acabaron el partido contra el Sevilla, 7 eran de la casa. Solo Kounde, Iñigo Martínez, Pau Víctor y Pablo Torre eran desarrollados fuera de la escuela culé. Sin embargo, aprovechando la mención de los problemas económicos que el Barça poco a poco va olvidando, hay que mencionar que solo Kounde fue un gran fichaje.

El defensa francés costó 50 millones de euros, Pablo Torre costó 5 millones, Pau Víctor 2,7 millones de euros e Iñigo Martínez llegó al Barça gratis. Sin duda, se trata de un hecho que explica la recuperación económica del Barça, eso sí, inexplicable sin el buen hacer de Xavi y ahora de Flick.

Hansi Flick, dirigiendo un entrenamiento del Barça / Foto: FC Barcelona

El Barça atraviesa uno de sus momentos más dulces en los últimos años

Y mientras la caja del club empieza a respirar y la plantilla recobra aquel famoso ADN Barça, a nivel deportivo, las cosas también funcionan a la perfección. Así pues, el Barça atraviesa uno de sus momentos más dulces en los últimos años, pero todavía le queda la prueba de la verdad. Este próximo miércoles, a someterse al examen definitivo: el de Europa. Toca el Bayern de Múnich.