Así se pierde una Liga. El Barça ha vuelto a decepcionar, demostrando que ya no es aquel equipo que un día fue, y encima se deja dos puntos por el camino que todavía lo alejan más del título (2-2). El Atlético de Madrid ha estado combativo como siempre y ha demostrado el porqué es el tercer clasificado.
Un regalo entre la decepción
Ver un partido del Barça a día de hoy es un espectáculo lamentable, que suerte que no paga ningún aficionado para ver en directo. La Liga ya hace días que está medio perdida y aunque en el inicio el Barça ha empezado con empuje, a medida que han pasado los minutos todo ha vuelto a la fatídica realidad.
No ha habido tridente de inicio porque Quique Setién ha vuelto a ceder a las circunstancias y ha bajado la cabeza para dar las llaves del vestuario a los jugadores. Con Leo Messi y Luis Suárez, y un mediapunta como Arturo Vidal. Y si el Barça ha apostado por la brega, contra el Atlético ya pueden ir preparados.
Y todavía ha tenido suerte el Barça después que Diego Costa se hiciera un autogol en el minuto 12 después de un córner picado por Messi. Un espejismo de un partido nuevamente decepcionante en el cual el Barça intentaba jugar a fútbol pero lo único que ha demostrado es que a estas alturas es un equipo absolutamente derrotado.
El festival de los penaltis
Muestra de este estado derrotista continuo del Barça se ha demostrado tres minutos después cuando Arturo Vidal ha cometido un penalti inocente e imperdonable sobre Carrasco. Ter Stegen, en primera instancia, ha parado la pena máxima picada por Diego Costa, pero el VAR ha decretado la repetición porque el portero del Barça se había adelantado. Y a la segunda Saúl no ha perdonado.
Desde entonces hasta la segunda mitad ha sido un auténtico despropósito del Barça. Si el balón no pasaba por los pies de Messi, allí no se movía nadie. El único que intentaba hacer alguna cosa era Riqui Puig, pero en el medio del campo, acompañado de Rakitic y Busquets, no ha encontrado soluciones.
Y han vuelto a aparecer los penaltis. Primero para que Messi por fin marcara su gol 700 en el minuto 50 después de una falta discutible dentro del área a Semedo. Y el espectáculo ha seguido con el mismo Semedo cometiendo otro discutible penalti sobre Carrasco diez minuto después. Y Saúl ha hecho su doblete.
La última media hora no ha arreglado nada. El Barça ha continuado ofuscado, sin ideas y frenado una vez y otra por un Atlético guerrero. Incluso, los colchoneros han estado más cerca de la victoria.
No tendría que ser así, pero el Barça puede dar gracias por el punto conseguido después de un partido terrible. Así se pierde una Liga. Y con este nivel también dirán rápido adiós de la Champions.