El Barça vuelve a alzar la Copa del Rey contra el Athletic Club (0-4). Ha sido un Barça total liderado por el rey Leo Messi y acompañado de la efectividad de Antoine Griezmann y de Frenkie De Jong. El Barça aún es más rey de Copas después de adjudicarse en el Estadio de La Cartuja su 31º trofeo.

Un Barça infinitamente superior

Una final es una final. Y el Barça sabe mucho de ganar finales. En Sevilla, título en juego contra un viejo conocido. Y el Barça se ha convertido en el mejor Barça.

Nada que ver este equipo con el de las últimas semanas. Ronald Koeman ha dado confianza a Griezmann arriba, dejando a Dembélé en el banquillo. Y detrás Piqué ha ocupado el sitio de Araujo. Liderándolo todo, Messi, que quería levantar la Copa como primer capitán.

Griezmann marchándose con el balón controlado / EFE

Presión, ritmo y una idea clara de qué quería hacer. Todo lo contrario de la previa, sin afición en las gradas, con un rey que no ha sido discutido y sin saber qué pasaría en la final. Pero el Barça sí lo sabía y lo ha hecho todo bien desde el inicio. Balón al palo de De Jong en el minuto 5. Disparo desviado de Dest en el 8. Y todo esto con Messi como referente.

El Barça ha dominado a un Athletic totalmente anulado. Sólo alguna tímida amenaza de Williams y de Muniain han puesto el miedo al cuerpo a los culés. Pero detrás, Ter Stegen y Piqué han estado soberbios.

Messi de espaldas a la portería / EFE

Pero si era claro que quien merecía el gol era el Barça, este parecía no llegar. A medida que ha ido pasando la primera mitad, el partido se ha oscurecido. El árbitro ha pitado peor que la no-afición presente en el estadio, y hasta ha llegado a desesperar a Messi. Con el capitán fuera de sí, el Barça ha perdido ritmo y el partido ha virado hacia allí donde quería el Athletic.

Exhibición y título blaugrana

Y es que el Barça ha sido muy superior en todos los niveles en la primera mitad y también en la segunda. Nuevo inicio lleno de velocidad, con un ritmo endemoniado y también con un planteamiento muy y muy ofensivo. El Athletic, por su parte, perdía a Muniain, que no ha ni iniciado el segundo tiempo.

Griezmann, Pedri y Busquets han estado a punto de marcar el primer gol, pero Unai Simón se ha erigido como el portero de la esperanza vasca. Pero tenía que llegar el momento que Unai no fuera invencible y en el minuto 60 De Jong se ha convertido en extremo y ha servido el gol a Griezmann, el goleador de la Copa.

Los jugadores del Barça celebrando un gol / EFE

Pero es que ha sido el día de De Jong, que ha continuado su exhibición futbolística. Después de marcharse de tres futbolistas, con caño incluido, ha rematado en el minuto 63 a portería un centro de Jordi Alba. Y sentencia.

Poco a poco el Barça ha ido hundiendo al Athletic hasta aplastarlo. Futbolísticamente ha sido un Barça total, emulando el fútbol total gracias a De Jong, y siendo superior en todos los momentos. Y sólo faltaba el gol del rey, de Messi, que ha sido por partida doble porque ha visto portería en el minuto 69 y en el 74. Y final aún más sentenciada.

El Barça ha demostrado su efectividad en la segunda parte y ha confirmado el primer título de la temporada. El Athletic no ha podido hacer más que aplaudir el recital blaugrana en Sevilla.

 

Imagen principal: Los jugadores del Barça alzando la Copa del Rey / EFE