La mejor noticia de la pasada noche en Kiev fue la clasificación del Barça para los octavos de final de la Champions League. Los blaugrana se impusieron al Dinamo de Kiev por un contundente 0-4, con goles de Martin Braithwaite, Sergiño Dest y Antonie Greizmann, pero no todo fue tan redondo como parece.
El Barça no supo crear peligro ni tuvo ideas de qué hacer durante los primeros 45 minutos. Un equipo lleno de suplentes desentonó en Ucrania hasta que el rival se agotó e hizo los primeros errores en defensa. Entonces apareció Dest para marcar el primer gol, ya en el segundo tiempo, y después se abrió totalmente el partido.
El Barça venció, no convenció, pero sí consiguió el primer objetivo. A pesar de estar clasificados para los octavos de la Champions, todavía no se ha asegurado la primera posición del Grupo G. La Juventus, que se impuso al Ferencváros por 2-1, también se ha garantizado un sitio para la próxima ronda.
Ahora sólo quedan dos jornadas restantes, y entre el Barça y la Juve se disputarán el lugar de privilegio. Matemáticamente los blaugrana tendrían suficiente ganando uno de los dos partidos para confirmar la primera posición. El próximo reto para los de Ronald Koeman será el próximo 2 de diciembre en Hungría.