La selección argentina, capitaneada por Leo Messi, ha ganado esta madrugada la Copa América a la Brasil de Neymar (0-1). El gol de vaselina de Di María en la primera mitad, aprovechando el error del jugador del Atlético de Madrid Renan Lodi, ha servido a la albiceleste para levantar su decimoquinta Copa América.

El partido, futbolísticamente hablando, dejó mucho que desear. Las interrupciones, ya sea por faltas o por las imprecisiones de los futbolistas, fueron constantes, y Argentina defendió el gol conseguido en el minuto 22 con todo. Los hombres dirigidos por Scaloni se hicieron fuertes esperando que el tiempo fuera consumiéndose y el uruguayo Ostojich pitara el final. Cuando eso pasó, toda la tensión del partido se transformó en decepción por el lado brasileño y en euforia por la lado argentina.

Messi, como capitán, levantó la Copa América al cielo de Río de Janeiro / EFE

Pero la sequía era importante. No la ganaban desde 1993 y ahora, 28 años más tarde los argentinos han reventado de felicidad. Liderados por Messi, mejor jugador del torneo, los argentinos se han soltado y las imágenes de euforia han tenido lugar en todas partes donde había una persona de nacionalidad argentina.

En Maracana, dónde Messi ha levantado su primer gran título con la selección. En Buenos Aires, dónde las calles se han inundado de banderas, bengalas y cánticos para celebrar el triunfo. Pero también en Barcelona. En "casa" de Messi, sus compatriotas han celebrado la victoria en Arco de Triunfo.

Así lo reflejaban las redes sociales esta madrugada. Cuando centenares de personas por todo el planeta elogiaban el rendimiento de Messi durante la Copa, la actuación de Emiliano Martínez bajo palos o el despliegue de Rodrigo De Paul en el centro del campo, centenares de argentinos residentes en Barcelona se han desplazado hacia Arco de Triunfo para compartir e inmortalizar un día histórico para la historia del fútbol de su país.

Esta zona es habitual que acoja la presencia de seguidores argentinos en días especiales. Acostumbran a reunirse para ver juntos partidos del Mundial o, por ejemplo, fue la zona de Barcelona donde los argentinos lloraron la muerte de Diego Armando Maradona el 25 de noviembre del año pasado.

Ayer, por suerte, el encuentro fue para celebrar algo feliz y los únicos llantos que se vieron fueron de alegría. Hacía 28 años que esperaban una celebración así, y quien sabe si en el Mundial de Qatar, dentro de poco más de un año, Messi puede agrandar su leyenda, ganar su primer Mundial y olvidar la final perdida en el 2014.

Si todo eso pasa, el Arco de Triunfo volverá a convertirse en la versión catalana de la Plaza de la República, zona de fiesta y alegría para los argentinos enamorados del fútbol. Casi todos.

 

Imagen principal: Centenares de argentinos se agruparon en la zona del Arco de Triunfo de Barcelona para gritar, cantar y celebrar el triunfo de su selección / Twitter