Sin alma, sin espíritu ganador, sin creer y sin actitud. El Barça no puede ni podrá ganar ningún título de esta manera. La Juventus ha aleccionado a los blaugrana en el Camp Nou, que pierden por primera vez en casa en la Champions League desde el 2013 (0-3). Y el Barça acaba la fase de grupos como segundo de grupo.
Recordando Lisboa
Ya hace días que el Barça de Ronald Koeman ha pasado a ser oficialmente un chiste. Y esta vez sí, en Europa, ha bajado la cabeza. Una Juventus con intención y un mínimo de rigor, ha hecho del Barça un cromo estrujado que ya ha perdido todo el valor.
Hasta ahora parecía que los blaugrana eran indestructibles en la Champions, cosa que en la Liga ya se había visto en reiteradas ocasiones que este equipo de Koeman no da para nada. Una Juventus con Cristiano Ronaldo, De Ligt y con sus titulares a disposición, ha empequeñecido al Barça en el feudo culé sin despeinarse.
En el minuto 13, Cristiano Ronaldo ha marcado el primer gol de penalti. Un regalo del árbitro por una falta más que dudosa del reaparecido Araujo sobre el portugués. Pero en el 20, McKennie ha hecho el segundo después de verse una vez más las vergüenzas defensivas del Barça.
Parecía que nadie estaba dispuesto a dar paso adelante. Ni un insistente Messi ha podido enderezar un rumbo que iba camino de goleada. E, incluso, algunos culés han recordado el desastre de Lisboa.
Incredulidad en el Camp Nou
Suerte que la Juventus ha hecho un paso atrás y el Barça ha podido respirar. Pero es que ni Griezmann, Trincao, De Jong, Pjanic, ni el mismo Ter Stegen han podido resistir a las embestidas de los italianos. Lenglet, fuera de sitio, Jordi Alba, desesperado, y Dest, incrédulo.
El mismo Lenglet, que esta vez ha estado con la cabeza más fuera del campo que dentro de él, ha regalado un nuevo penalti a la Juve ya en la segunda parte. Y un desaparecido Cristiano ha vuelto a marcar de penalti.
Koeman, sin saber como reaccionar, ha quitado a los futbolistas con tarjeta amarilla y ha dado entrada a Junior Firpo, Riqui Puig, Braithwaite, Mingueza y Umtiti. Sí, Umtiti después de seis meses lesionado. Y en la primera acción ya ha recibido una tarjeta amarilla. Sin ritmo y sobrepasado en todos los sentidos.
Después el VAR ha tenido su protagonismo dejando sin efecto un penalti sobre Griezmann y un gol de Bonucci. Y gracias al VAR por anularle el cuarto gol a la Juve, y también al árbitro principal para señalar el final del partido.
El culés recordarán la derrota por la contundencia de la Juventus, por la vergüenza del Barça y porque después de 38 partidos los blaugrana pierden en Europa en el Camp Nou. El Barça, moribundo, sigue alargando el final de una era. Y además con esta derrota acaba segundo del Grupo G de la Champions.