No ha podido ser. Tras encadenar 22 victorias consecutivas en Europa, el Barça de balonmano ha caído en el peor momento posible, en la gran final de la Champions, en la que han sido claramente superados, por 33-28, por un THW Kiel arrollador que no ha dado ninguna opción a los de Xavi Pascual.
📍 Final a Colònia | @thw_handball 33-28 Barça
— Barça Handbol (@FCBhandbol) December 29, 2020
▶ No ha pogut ser, però hem lluitat fins al final! / No ha podido ser, ¡pero hemos luchado hasta el final!
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Y es que tras llegar a la gran final sufriendo ante el Veszprem (36-35), el conjunto alemán ha puesto sobre la pista su mejor balonmano, una apisonadora ante la cual el Barça solo ha podido remar, a contracorriente. Y es que el partido se ha roto pronto, antes del minuto 20, cuando el Kiel se ha puesto 12-9. A partir de este momento, el Barça ha ido a remolque, tratando de igualar el duelo, pero se ha encontrado ante un rival con las ideas muy claras que ha sido capaz de desactivar a los blaugrana.
El Barça ha ido a remolque en toda la final de la Champions contra el Kiel / EFE
Y a pesar de lograrlo con el 15-15, Ekberg y Sagosen, un jugador claramente determinante, han seguido implacables. El Kiel, además, ha imposibilitado una de las grandes virtudes del Barça, los contraataques, con un 7 contra 6 que no ha recibido respuesta por parte de los blaugrana. El Barça, de hecho, solo ha podido salir dos veces al contraataque, un dato que explica, en parte, el resultado final.
Landin, omnipresente, evita la reacción del Barça
Y la dinámica no ha cambiado tras el descanso, en la que Landin, el portero del Kiel, ha parado lo imparable, lo que ha permitido que el conjunto del norte de Alemania nunca viera reducida su ventaja en menos de 2 goles. Y al final el intento de remontada, ya a la desesperada, ha terminado de la peor manera, con pérdidas de balones que han permitido que el conjunto alemán redondeara la victoria con un contundente 33-28.
Sagosen ha sido uno de los grandes protagonistas del Barça-Kiel / EFE
El Barça era el gran favorito, llegaba lleno de confianza ante un Kiel cansado y al cual había vencido en los dos partidos de la fase de grupos. De nada ha servido. Solo queda felicitar al campeón y coger fuerzas para volver a intentarlo en la próxima edición. La 10ª tendrá que esperar.