El Barça se niega a negociar una salida amistosa con Leo Messi y asegura que si lo quieren fichar tendrán que pagar la cláusula de rescisión de 700 millones de euros, según ha podido saber El Nacional.cat.
Messi quería pactar una salida amistosa
La intención de Messi es marcharse del Barça, pero precisamente porque es el club de su vida, lo quería hacer con una salida amistosa. Es por eso que había pedido reunirse con Bartomeu y su directiva para hablar de este tema, pero el argentino se ha topado con un muro: 700 millones o nada.
La decisión de Messi de salir del Barça es irreversible, pero si el club azulgrana no quiere cooperar, esta gestión acabará en los juzgados. La peor imagen, y la más triste, para el barcelonismo. Mientras se producen estos trámites legales, que pueden durar un año, la FIFA ampara Messi y el argentino podría obtener el transfer para ir a otro equipo. El Manchester City es el mejor posicionado.
Bartomeu ve a Messi como el pilar del proyecto de Koeman
Bartomeu declara a Messi intransferible y lo sigue viendo como el líder del nuevo proyecto de Ronald Koeman. Un Koeman que se quiere reunir por segunda vez con el '10' para transmitirle que es el pilar del equipo.
La voluntad de Messi era presentarse este domingo a la Ciudad Deportiva Joan Gamper para hacerse las pruebas médicas y ya el lunes entrenar con Koeman mientras se negociaba su salida. Puede ser que este cambio de guion provoque una nueva decisión en el crack blaugrana.
El pasado martes fue el origen del caso Messi. El argentino envió un burofax manifestando su intención de marcharse, pero el club dijo que no contemplava su salida. Bartomeu todavía no se ha pronunciado, pero sí que ha puesto presión al jugador diciéndole que si se queda en el Barça y dice públicamente que no quiere que siga en la presidencia, dimite.
El problema de todo es que Messi se acoge a una cláusula del contrato que le permite irse gratis al final de cada temporada y el Barça defiende que esta posibilidad expiró el 10 de junio. Días de llamadas y reuniones, pero los dos protagonistas de la historia siguen sin hablar: Bartomeu y Messi siguen con un silencio absoluto.