La crisis al Barça es más que real. Y la situación límite que vive el club la tendrá que solucionar sí o sí la Comisión Gestora gestionada por Carles Tusquets después de la dimisión de Josep Maria Bartomeu y su junta. El club blaugrana se encuentra en un momento económico al límite, que necesita la rebaja salarial de los futbolistas para sobrevivir.

La crisis del coronavirus vuelve a afectar en gran parte al club esta temporada, con un descenso de los ingresos de más de 200 millones de euros, lo que supone que también se tienen que reducir drásticamente los gastos. Por este motivo conseguir un acuerdo con los futbolistas, ya que sus sueldos suponen la masa de dinero más importante dentro de los preocupantes gastos, es clave para el futuro de la entidad.

Carles Tusquets haciendo una comparecencia / FC Barcelona

Tal como informa RAC1, los abogados de la plantilla del primer equipo de fútbol masculino del Barça ya se han sentado a negociar por primera vez su nueva rebaja salarial. Después de la marcha de Bartomeu, los futbolistas están más dispuestos a hablar.

El Barça necesita al menos rebajar 190 millones en la masa salarial, cosa que si no pasa el club podría tener que solicitar el concurso de acreedores a principios del próximo año. Por lo tanto, el objetivo es reducir al menos la masa salarial que cobran hasta un 30%, y la fecha límite para conseguir el acuerdo con los futbolistas es el jueves de la semana próxima.

Messi celebrando un gol / EFE

El problema con Messi

Uno de los grandes problemas es Leo Messi, ya que el delantero argentino, que acaba contrato esta temporada, es quien más cobra (con diferencia) en el Barça. Sobre la mesa está el planteamiento de una renovación, aunque parece imposible por la voluntad de Messi de dejar el club, ya que en caso que se marchara tendría que recibir un bonus de final de trayectoria en el Barça que el club no podría pagarle ahora mismo.

Además, según la misma información, aunque Messi es quien más cobra, también es quien más genera para el club. Se calcula que el argentino podría dar cada año al Barça, por impacto directo e indirecto, unos 300 millones de ingresos.