El Barça vence y convence contra el Athletic Club (2-1) para sumar su segunda victoria consecutiva en Liga. Después de madurar un partido que los leones han igualado al borde del descanso, Robert Lewandowski ha materializado tres puntos que cobran todavía más importancia en vista del amargo debut del Real Madrid en Mallorca (1-1).
Quién si, no Lamine Yamal
Como no podría ser de otro modo, la visita del Athletic Club a la montaña olímpica estaba marcada por la figura de Nico Williams. La pareja de moda que conformaban el extremo navarro con Lamine Yamal en la pasada Eurocopa estaba llamada a reencontrarse vistiendo la misma camiseta en el nuevo curso, pero el devenir del mercado ha llegado al 24 de agosto deparando un cruce entre ambos, pero como rivales.
Aparte de ser las caras más buscadas en la calurosa tarde en Barcelona, Lamine y Nico son los principales argumentos de sus respectivos equipos. Sea como sea, no ha sido el nuevo '10' del Athletic Club quien ha dejado su huella en su primera titularidad en esta liga, sino que ha sido, quién si no, Lamine Yamal.
En el 24', una jugada que recordaba a aquel golazo contra Francia abría el marcador para los culés. Dos recortes, amagando para crearse el espacio para el golpeo, Lamine Yamal hacía el primero encontrando el palo largo de Padilla no sin la ayuda de un Vivian que ha desviado el balón para materializar el 1-0 en el marcador.
Los 11 metros reequilibran la balanza
El juego del Barça volvía a convencer y Montjuïc ya se veía en el tiempo de descanso con la momentánea victoria en el bolsillo. No obstante, en el 42', una jugada aislada a la contra del conjunto vasco propiciaba un penalti muy evitable de Pau Cubarsí sobre Berenguer. Tras un resbalón de Balde, el central gerundense trataba de anticiparse al ex de Osasuna, acabando por derribarle y provocando que Oihan Sancet reequilibrara la balanza desde los 11 metros.
Durante la primera mitad, un Barça mejor encontraría en hombres como Ferran Torres o Balde armas para hacer daño a sus rivales. Ambos, muy activos, despertarían del equipo de Hansi Flick una versión más dominadora que contra el Valencia (1-2). Además, con un Marc Bernal mucho más acertado y un Pedri esencial, hoy titular en el doble pivote, el Barça merecería llegar al descanso con algo más que un empate. Tanto por juego, como por ocasiones, el Barça ha completado una primera mitad de notable alto en la que incluso se toparía con la madera por medio de Robert Lewandowski (35').
A la tercera va a la vencida, Lewandowski
El polaco, como el resto de sus compañeros, también ha mostrado una versión dinámica y motivada, pero la suerte que le ha negado la madera en el 35' de partido se le ha reproducido en el 56'. Tras una falta lateral botada por Raphinha, Lewandowski estrellaría un muy buen remate de cabeza al palo que le negaría su tercer gol en Liga.
El ariete blaugrana quería los tres puntos y, de paso, posicionarse como pichichi en solitario de la competición. Finalmente, en el 75', probablemente en la ocasión en la que menos lo ha merecido por méritos propios, ha podido hacer el 2-1. Un buen pase interior de Raphinha habilitaba a Pedri, que ponía un centro tenso que, post desvío de Padilla, acabaría en los pies de un Lewandowski que, ahora sí, encontraría la red.
A partir de aquí, con el marcador a favor, con la madurez con la que se movió el balón en Valencia, pero también con el saber defender de un Barça solidario y entero físicamente, el conjunto catalán ha conseguido sellar la segunda victoria consecutiva en esta liga. Los resultados son muy buenos, pero, más importante, las sensaciones, también lo son.