Primavera del 2018. Samuel Umtiti, entonces uno de los mejores centrales del mundo tras completar una temporada espectacular, amenaza al Barça con hacer las maletas si no le renuevan con un gran contrato, pues supuestamente tiene un número enorme de ofertas para cambiar de aires. El club blaugrana teme perder al central francés, por lo que le ofrece una ficha de estrella y un contrato por 5 temporadas, hasta el 30 de junio del 2023.
La renovación, vendida entonces como un éxito, acabará siendo una losa para la economía del Barça, pues con los constantes problemas de rodilla de Umtiti, el club no logrará sacárselo de encima, ya que ningún club está dispuesto a asumir una ficha tan elevada.
El Barça sabía en 2018 que Umtiti tenía problemas en la rodilla
Lo que no había trascendido hasta ahora es que Josep Maria Bartomeu recibió unos informes antes de firmar la renovación de Samuel Umtiti que desaconsejaban ofrecerle un nuevo contrato al jugador, pues alertaban del enorme riesgo que había a que el futbolista sufriera problemas en su rodilla. Así lo ha explicado el periodista Toni Juanmartí en el programa La Porteria.
Y es que años antes de fichar por el Barça, cuando Umtiti militaba en las categorías inferiores del Olympique de Lyon, el jugador sufrió una lesión de rodilla que no fue bien tratada. Con el paso del tiempo y el desgaste el riesgo a recaída era muy elevado, por lo que no era conveniente firmarle un contrato demasiado largo, y menos con las cantidades con las que se hizo. El Barça no hizo caso de los informes y prosiguió con el plan.
Xavi no cuenta con Umtiti y pide su salida
Ahora, Xavi Hernández no sabe qué hacer con Samuel Umtiti. Es obvio que el central francés no tiene el nivel para jugar en el Barça, pero todos los intentos de hacerle ver que lo mejor para todas las partes es que se vaya no están dando resultado. En verano, de hecho, Joan Laporta le llegó a recriminar en persona la actitud a Umtiti, que además se niega a operarse para intentar solucionar sus problemas en la rodilla, en una reunión en la que el francés acabó llorando y echándole las culpas a los servicios médicos.
Se acordó que el club tendría paciencia, pero pasados 5 meses todo sigue igual, lo que claramente demuestra que Umtiti no tenía razón y que lo normal, si quiere seguir jugando a fútbol, es que intentara recalar en un club menos exigente que el Barça. El jugador se niega, por lo que la situación cada vez es más insostenible.