Josep Maria Bartomeu soluciones, al rescate. Movimiento inesperado que elaboró ayer casi de madrugada la directiva blaugrana renovando a Gerard Piqué, a Marc-André Ter Stegen, a Frenkie de Jong y a Clément Lenglet para empezar a resolver los problemas económicos que sufre el Barça por culpa del coronavirus.

Fue a las 23.25h de este martes, justo después de golear al Ferencváros en el debut en la Champions League, cuando de una tacada anunciaron cuatro renovaciones. Y ya todo cuadra porque gran parte de estos futbolistas no firmaron el burofax de la plantilla blaugrana en que rechazaban la negociación de la rebaja salarial conjunta con el resto de trabajadores.

Josep Maria Bartomeu Barca mobil mascarilla EFE

Bartomeu mirando el móvil desde el palco / EFE

La nueva trampa de Bartomeu, que legalmente es ingeniosa y totalmente correcta, pretende alargar los contratos pero manteniendo el mismo sueldo que acabarían cobrando. Eso quiere decir que, ponemos el ejemplo, si en las tres temporadas restantes de contrato un jugador tenía que cobrar 30 millones, ahora los 30 los cobrará en cuatro años. Y provocará que el sueldo de esta temporada, haciendo una trampa legal, sea inferior al presupuestado y el club reduzca los gastos.

Ahora bien, estas operaciones, a las cuales varios jugadores más se podrían acabar añadiendo —algunos como Griezmann, Sergi Roberto o Busquets ya están negociando, según la SER—, resuelven los problemas actuales pero plantean un escenario complicado de cara al futuro. Los futbolistas más mayores que se adhieren a estas renovaciones del coronavirus, como es el caso de Piqué, tendrán contratos más largos y acabarán su vinculación con el Barça con un avanzada edad. El central de la Bonanova, concretamente, acabará contrato con 37 años.

Sobre el papel es una buena solución de Bartomeu para maquillar las cuentas y evitar repetir las pérdidas de 97 millones del ejercicio pasado. Pero el problema real lo tendrá que afrontar la próxima junta directiva. Pan para hoy, hambre para mañana.