Moción de censura aparte, dos de los grandes temas de la comparecencia telemática de Josep Maria Bartomeu han sido el affaire Messi y los ataques de la semana pasada de Piqué sobre el caso Barçagate.

Del tema Messi, del cual el presidente todavía no había respondido a ninguna pregunta al no haberse sometido a ninguna rueda de prensa, Bartomeu, como es habitual, ha tirado balones fuera. "Messi quería ganar y estaba enfadado. Todos lo estábamos. Es bueno cabrearse si pierdes, pero había pasado la fecha límite para la rescisión unilateral del contrato, que era el 10 de junio. Yo espero que se quede por muchos años y se retire en el Camp Nou”.

Bartomeu, además, ha negado que su intención fuera vender a Messi para mejorar la economía del club. "La prioridad era que Messi estuviera en el nuevo proyecto y decidí no afrontar una discusión dialéctica. Se me acusó de forzar su adiós para salvar las cuentas. Pues no. No íbamos a reforzar a un rival directo. Tomamos una decisión aceptando el desgaste".

Leo Messi está muy enfadado con Bartomeu / EFE

Bartomeu responde a Piqué

El otro nombre concreto de un jugador que ha salido en la rueda de prensa ha sido el de Gerard Piqué, que hace unos días se mostró muy molesto con Bartomeu en una entrevista a La Vanguardia por el caso Barçagate. "A Piqué le queremos mucho. Ya le dije que no gastamos dinero para criticar a los jugadores. Lo dice una auditoría. Puede decirlo, pero no tiene razón", ha afirmado el presidente del FC Barcelona.

Bartomeu, además, ha dejado caer que hablará con Piqué sobre el asunto, en privado. "Ha renovado y ha ajustado su salario a los nuevos tiempos. No voy a discutir públicamente con los jugadores. Sería un movimiento erróneo, prefiero hablarlo en privado”.