El Barça no puede rehacerse contra el Bayern de Munich en la Champions League (2-0) y revive parte de aquellas pesadillas que hace unos años que le persiguen. A pesar de exhibirse a nivel futbolístico en el primer tiempo y de no desentonar contra uno de los mejores clubs de Europa, la letalidad de los bávaros al inicio de la segunda mitad ha evaporado las ilusiones culés.
Inicio impecable del Barça en Munich
El nuevo Barça de Xavi se ha querido presentar de verdad en la Champions League, y las entradas en el once titular de Marcos Alonso y de Andreas Christensen, aparte de volver a apostar por el tridente de lujo, el formado por Robert Lewandowski, Ousmane Dembélé y Raphinha, ha sido una clara declaración de intenciones. Ninguna opción de titubear en Munich contra un rival nunca vencido en Alemania por parte culé. Y después de unos últimos enfrentamientos previos muy desigualados y a favor de los bávaros, esta vez han cambiado los papeles.
Aunque en los primeros minutos el Barça se ha mostrado un poco inseguro y blando en alguna ocasión, poco a poco ha ido cogiendo el ritmo. Marcos Alonso ha intervenido providencialmente al inicio para detener un ataque del joven Jamal Musiala, el gran peligro del Bayern. Pero ha sido sólo un pequeño susto el que ha hecho temblar al Barça.
La magia de Pedri González, el dominio de todos los tempos de Sergio Busquets, las apariciones de Jules Koundé en defensa —tanto en el lateral derecho como en el eje de la defensa, ya que ha ido intercambiando la posición con Ronald Araujo— y la velocidad de Dembélé y Raphinha han ido apareciendo. Sólo faltaba el gol de Lewandowski, que ha parecido confuso en algunos momentos después de volver a su casa de los últimos años.
El inicio nervioso del Barça ha desaparecido y entonces ha llegado el peligro culé. La posesión estaba igualada, pero Lewandowski era quien realmente generaba temor a la afición bávara. También generaba peligro Raphinha, más finalizador que asistente. Y lo más positivo de todo era que Marc-André ter Stegen estaba siendo un espectador más hasta que ha tenido que intervenir, cuando tampoco ha tenido problemas.
Pero ni Sadio Mané ni Thomas Müller han podido amenazar sobre el césped, Alphonso Davies y un decisivo Manuel Neuer en la portería bávara han sido los más destacados del conjunto alemán. Un Barça permeable, impecable y consistente ha completado una gran primera parte en Munich en la cual sólo le ha faltado el gol. Y VAR no ha señalado un claro penalti sobre Dembélé.
Y un Bayern de Munich letal
Pero aquella consistencia del Barça ha cambiado radicalmente en la segunda mitad. El Bayern ha avisado y ha hecho daño cuando ha dispuesto de la oportunidad. El primer gol ha sido de Lucas Hernández en el minuto 50 después de un córner en el cual ha atacado el balón sin marca. Y cuatro minutos después ha hecho el segundo Leroy Sané después de plantarse dentro del área solo ante Ter Stegen.
Resultado injusto para un Barça superior. Pero los blaugrana han seguido atacando. A Lewandowski le ha faltado definición, pero también a Pedri, que ha mandado el balón al palo en una ocasión manifiesta de gol. Hacía poco que habían entrado al campo Frenkie de Jong y Ferran Torres, que han cambiado el espíritu caído del Barça. Y después ha sido el turno de Eric Garcia, Ansu Fati y Franck Kessié.
Pero a pesar de mejorar y dar un paso adelante, el Barça no ha podido marcar el gol de la esperanza. Lewandowski, demasiado vigilado, no ha estado cómodo en ningún momento. Y el Barça ha tenido que conformarse con la primera derrota de la temporada en el Allianz Arena, un campo inexpugnable para a los culés. Y han vuelto a aparecer algunos fantasmas del pasado.