Una de las opciones que ganaron fuerza cuando se conoció la salida de Ousmane Dembélé fue la de Serge Gnabry. En el Barça tienen intención de firmar a un nuevo atacante para hacer olvidar la salida del internacional francés, y entre los nombres que ocupaban un lugar privilegiado en la agenda de Joan Laporta se encontraba la estrella del Bayern de Múnich. No es necesario decir que es una operación de alta complejidad, pero el presidente estaba dispuesto a probar suerte.
Sin embargo, la ilusión ha durado muy poco. Porque el delantero germano no se ha planteado en ningún momento la posibilidad de abandonar la disciplina de Thomas Tuchel. Aunque no tiene la titularidad asegurada, debido a que la llegada de Harry Kane hará que la competencia en el ataque sea aún más elevada, y tendrá que pelear con Leroy Sané, Jamal Musiala, Thomas Müller o Kingsley Coman, está 100% comprometido con el conjunto bávaro.
Cree que en la actual campaña podrán recuperar la regularidad que perdieron en la anterior, y volverán a estar entre los candidatos a conquistar la Champions League. Por esa razón no ha llegado a estudiar la propuesta de Mateu Alemany y de Deco, que le tentaron para que saliera de la Bundesliga, y probara suerte en el Camp Nou. Pero ni la propuesta económica ni la deportiva resultó del agrado del futbolista de 28 años, que la rechazó de forma instantánea.
Es muy feliz en el Allianz Arena, y no confía en el proyecto de Xavi Hernández. Todavía está en fase de construcción, y por mucho que su excompañero Robert Lewandowski decidiera apostar por el Barça, él no seguirá sus pasos. Gnabry cree que lo mejor que puede hacer es permanecer en Baviera, y por ello ha ordenado a su agente que no escuche ninguna llamada que llegue. Tampoco las de Arabia Saudí, donde también tiene pretendientes.
Tuchel puede estar tranquilo, ya que el ex del Arsenal, del Werder Bremen, del VFB Stuttgart o del TSG Hoffenheim ha jurado fidelidad al Bayern.
Sané, una opción más factible para el Barça
Con Gnabry descartado y fuera de la ecuación, el Barça tiene que buscar alternativas para tratar de llenar el enorme vacío que ha dejado Dembélé con su fuga al Paris Saint-Germain. Y una opción más factible sería Sané, otra estrella del Bayern, pero que no vería con malos ojos cambiar de aires, a diferencia de su compatriota.
El problema es que no convence tanto, y Laporta y Xavi prefieren otro perfil de jugador.