El Bayern de Munich se ha deshecho del Olympique de Lyon en la segunda semifinal de la Champions League (0-3) y se enfrentará al PSG en la final que se celebrará el próximo domingo en Lisboa. Los alemanes, verdugos del Barça en cuartos, disfrutarán de una oportunidad de oro para levantar a la sexta Orejuda de su historia.
El Lyon perdona y lo paga
Lo cierto, sin embargo, es que las cosas podrían haber sido muy diferentes si el Lyon hubiera tenido más puntería. En los primeros compases del partido, los franceses, que ya habían eliminado a la Juventus y al Manchester City, han dispuesto de dos ocasiones de gol clarísimas. Primero en las botas de Memphis Depay, quién ha enviado la pelota al lateral de la red en un uno contra uno delante de Manuel Neuer, y después en las de Karl Toko Ekambi, que se ha topado con el palo después de plantarse en el área bávara.
El Lyon ha perdonado y, haciendo valer un tópico clásico del fútbol, lo ha pagado caro. Inmediatamente después, Serge Gnabry ha trenzado una jugada individual en la frontal y ha batido a Anthony Lopes con un brillante obús a la escuadra. Era el minuto 18, pero el extremo alemán tenía más hambre. Así, en el 33, y después de una ocasión fallada por Robert Lewandowski en boca de gol, el pequeño delantero del Bayern ha cazado la pelota muerta en la pequeña y ha firmado el 0-2.
Morir con dignidad
Dar la vuelta al marcador parecía una gesta imposible, pero aun así hay que decir que los franceses ha saltado al terreno de juego con ganas de buscar un milagro. Después de un uno contra uno que Ivan Perisic no ha sabido convertir en el tercero de los alemanes, el central Marcelo y Toko Ekambi, ex del Villarreal, han disfrutado de ocasiones para introducir el Lyon en el partido, pero Neuer se ha agigantado para salvar a un Bayern un punto relajado, probablemente con la mente centrada en la final.
Con todo sentenciado, Lewandowski se ha querido sumar a la fiesta para marcar el 0-3 y certificar el triunfo del conjunto de Hansi Flick. Los bávaros son favoritos en la final, la primera desde el 2013, y aspiran a ganar la sexta Champions de su palmarés, hecho que les permitiría superar al Barça en la clasificación histórica del torneo.