Inglaterra ya está en cuartos de final después de remontar un partido ante Eslovaquia (2-1) en el que Jude Bellingham se ha alineado con la épica para empatar en el minuto 95' el gol inicial de Schranz. Ya en la prórroga, Harry Kane ha sido el autor del gol de la remontada. De esta forma, la selección de Gareth Southgate sella su pase a cuartos de final, pero sigue dejando dudas sobre sus aspiraciones.
La Eslovaquia de Francesco Calzona se marcha del torneo dando una gran imagen y obligando a Inglaterra a sufrir durante gran parte del partido. Ahora, los ingleses tendrán su siguiente prueba de fuego el sábado a las 18:00 h, cuando jugará contra una Suiza que ya esperaba en cuartos de final después de eliminar a Italia, la vigente campeona de la Eurocopa.
Bofetón de realidad para Inglaterra en la primera parte
Si el equipo de Gareth Southgate pensaba que Eslovaquia sería rival fácil, estaban muy equivocados. Apenas tres minutos le bastaron a los eslovacos para crear peligro: un error de Trippier forzaba a Géhi a solventar el fallo de su compañero y llegaba tarde a la disputa con Strelec. Amarilla para el central inglés del Crystal Palace, que se perderá el próximo partido, y primer aviso de los repre en la cabeza del propio Strelec, que no consiguió rematar cómodamente el centro de Duda. Se crecía el equipo de Francesco Calzona y avisaba a Inglaterra de que no estaban en octavos por casualidad.
Haraslin volvía loca a la defensa inglesa con su verticalidad y el extremo del Sparta Praha veía como Pickford, con la yema de los dedos, le negaba el primer gol. Bofetón de realidad para una Inglaterra que pretendía responder rápido con una jugada entre Mainoo y Saka que el del Arsenal no acabó de definir bien. Sin embargo, en ese correcalles no hay nadie mejor que Eslovaquia y Duda, con un solo pase, rompía la defensa inglesa para dejar nuevamente a Haraslin en un mano a mano ante el portero del Everton.
El ritmo del partido era altísimo y Southgate salía del banquillo para pedirle a su equipo presionar más arriba. Pero fue peor el remedio que la enfermedad. Inglaterra cayó por completo en la trampa de Calzona: el partido se rompía a favor de los eslovacos y Schranz aprovechaba un gran pase de Strelec para mandar el balón al fondo de la red inglesa. Eslovaquia golpeaba primero y Southgate no era capaz de dar las soluciones que Bellingham, asumiendo toda la responsabilidad ofensiva, trató de buscar por su cuenta. Inglaterra estaba en la lona y la cuenta ya había comenzado.
Inglaterra se aferra a la épica para mantener vivas sus ilusiones
Los ingleses aprendieron la lección y la amenaza de ver como se rompía su sueño de conquistar una Eurocopa les hacía reaccionar tras el paso por vestuarios. De hecho, Foden marcaba el empate en el 49', pero el VAR lo anularía por fuera de juego del jugador del Manchester City. Despertaban los leones y Kane volvía a tener una oportunidad clara en el 51' que rechazaría la defensa eslovaca. Inglaterra había dado un paso al frente, pero debía calmar sus nervios antes de que jugaran en su contra: Walker y Stones no se entendían y dejaban un balón muerto que Strelec estuvo a punto de aprovechar con un chute desde el centro del campo.
Ahora era Eslovaquia quien sufría y resistía las ofensivas inglesas. Calzona mandaba a los suyos atrás y se encerraban en su propio campo, dejando a Inglaterra llevar la iniciativa del partido, a la espera de poder armar algún contraataque rápido. Kane avisaba con un cabezazo tras un saque de falta, pero la más clara se la fabricó Declan Rice con un tiro desde la frontal que se terminó estrellando en el palo. Los leones se encomendaban a la épica, pero ni los desbordes de Saka, ni los centros de Palmer, ni el instinto de Kane estaban siendo suficientes para tumbar la muralla eslovaca construida por Calzona y defendida por un inmenso Dúbravka.
Se añadían 6 minutos y Bellingham, discreto durante todo el partido, pero que esta temporada ya ha tenido tiempo de hacer un máster en remontadas con el Real Madrid, aparecía en el momento más indicado. Era el minuto 95' cuando el '10' de Inglaterra emergía entre los defensas eslovacos para asestar un zarpazo en forma de chilena y poner las tablas en el marcador. El árbitro señalaba el final del partido y los ingleses tendrían media hora más para darle la vuelta al marcador.
Kane sentenció en los primeros instantes de la prórroga
Eslovaquia estaba herida y los leones supieron verlo. La manada se desataba hacia la portería contraria y Kane solo necesitó un minuto para darle la vuelta al marcador. El capitán aprovechaba una prolongación de Toney al segundo palo para rematar de cabeza al fondo de la red y poner el 2-1. Eslovaquia, tirando más de corazón que de cabeza, intentó reponerse al gol tempranero y Pekarík estuvo a punto de silenciar el rugido inglés con un remate bajo palos que se le marchó directamente fuera.
Poco más sucedería en una prórroga donde Southgate y Calzona se intercambiaron los papeles: el inglés se rearmaba defensivamente, mientras que el italiano mandaba a los suyos arriba. Los futbolistas, castigados por el gran desgaste del partido, no pudieron continuar con el ritmo frenético que se había impuesto en gran parte del encuentro. Eslovaquia lo intentó hasta el final y murió en área rival, pero no fue suficiente para tumbar todas las ilusiones inglesas de, por fin, poder 'traer a casa' algún trofeo.
De momento, Inglaterra ya está en cuartos de final y deben aprender la lección: no deben confiarse ante nadie. Y es que a pesar del abundante talento que tienen en sus jugadores, la pregunta de hasta dónde puede llegar esta selección sigue en el aire. Desde luego, este partido no le hace ningún favor a Southgate, que sigue en el punto de mira y tiene su siguiente prueba el sábado a las 18:00 h ante Suiza, que ya espera en cuartos de final después de eliminar a la vigente campeona.