Jude Bellingham fue el protagonista de una subasta multitudinaria el pasado verano, pues sonó para los mejores equipos del planeta. Las sensacionales actuaciones que había protagonizado en el Borussia Dortmund, donde acabó por convertirse en la gran estrella del equipo, le llevaron a ocupar un lugar privilegiado en la agenda del Manchester City, del Chelsea, del Liverpool, del Paris Saint-Germain, del Manchester United, del Arsenal o del Bayern de Múnich. Pero finalmente, como todos sabemos, acabó en el Real Madrid.
Y el Barça también peleó por convencer al internacional inglés. Aunque no estaban en disposición de pagar los más de 100 millones de euros que reclamaban, querían llegar a un acuerdo con la entidad alemana ofreciendo un intercambio de piezas, con varios cracks en la operación, como Ferran Torres, Ez Abde, Anssumane Fati, Eric García, Iñaki Peña o Marc Casadó. Pero fue una oferta que en el Signal Iduna Park ni siquiera se tomaron la molestia de estudiar.
Además, el propio futbolista de 20 años de edad tampoco se mostró interesado en aterrizar en el Camp Nou. Porque no creía que fuera dar un paso adelante en su carrera, y tenía pocas esperanzas con el proyecto de Xavi Hernández, a pesar de que llegaran de conquistar La Liga EA Sports y la Supercopa de España. Tenía dudas de que pudieran competir por la Champions League, un requisito indispensable para firmar, y se decantó por aterrizar en el Santiago Bernabéu.
Bellingham acertó con sus pronósticos, y el tiempo ha demostrado que tenía toda la razón. Porque mientras que los azulgranas están haciendo el ridículo en todas las competiciones, y corren el riesgo de terminar el año en blanco, sin celebrar ningún título, el Madrid aspira a absolutamente todo. A pesar de las lesiones de piezas clave como David Alaba, Eder Militao o Thibaut Courtois, Carlo Ancelotti ha conseguido unos resultados magníficos, y se ha ganado su renovación.
No solo eso. El entrenador italiano también ha conseguido encajar a la perfección al ex del Birmingham City en el esquema, y una muestra de ello son las impresionantes estadísticas que acumula, con 18 goles y ocho asistencias en 26 partidos.
Bellingham, encantado en el Madrid
Bellingham se muestra encantado en el Madrid, y no solo en el aspecto deportivo, también en el personal. Ha tenido una adaptación muy rápida y sencilla al vestuario, donde ya ejerce como un verdadero líder, y se encuentra muy cómodo con la vida que tiene en la capital de España.
Sin duda, acertó en su decisión.