Agustí Benedito lo deja correr. El promotor de la moción de censura contra la junta directiva presidida por Josep Maria Bartomeu no seguirá recogiendo firmas después de que el club diera por cerrado este miércoles el plazo para entregarlas.
"La medida del Barça es restrictiva y contraria a los socios", ha indicado Benedito antes de asegurar que el número final de apoyos es de 12.504, aunque tenía comprometidas unas 1.500 más. El excandidato a las elecciones del Barça, visiblemente enfadado, ha querido destapar todos los impedimentos que se ha encontrado su equipo durante todo el proceso: "No nos dejaron instalar nuestras fotocopiadoras en las carpas y nos dieron cuatro. La media de tiempo por fotocopia era de 15 segundos y la mitad de ellas se estropearon. Las colas eran provocadas, colapsando el proceso de recogida. Además, los miembros del club no ayudaron".
Benedito sigue convencido de que si el Barça hubiera contado los sábados como días no hábiles, alargando así el plazo de entrega de firmas hasta el 2 de octubre, la moción hubiera superado los 16.570 apoyos necesarios. "Si no hubieran atentado contra el derecho básico del socio, era fácilmente imaginable que, con un partido en el estadio, estábamos ante un eventual voto de censura. La moción triunfaba. Nunca en la historia del club los socios del Barça han mostrado tan masivamente su contrariedad a una junta directiva", ha dicho antes de anunciar una demanda ordinaria contra el club: "Ante la negativa de que una tercera persona pueda poner paz, ya lo anuncié y procederemos a interponer la demanda en defensa del derecho que teníamos para que el plazo superara el 27 de septiembre".
El club pedía a Benedito que, a pesar de no superar las firmas, las entregara en las oficinas para que fueran validadas. El promotor del voto de censura, sin embargo, ha decidido destruirlas todas ante un notario defendiendo que esta era la voluntad de muchos socios: "No hay ninguna obligación de cederlas".