La exhibición de Karim Benzema contra el París Saint-Germain ha sido una excelente noticia para Florentino Pérez, pues el Real Madrid salvó una situación crítica de verse fuera de Europa en los octavos de final. Al mismo tiempo, sin embargo, también ha sido un arma de doble filo, pues Benzema, que está firmando una temporada espectacular, es ahora todavía más fuerte a la hora de exigir algunas condiciones para no salir del Santiago Bernabéu el próximo verano.
El delantero, que termina contrato con el Real Madrid en el 2023 y que tiene 34 años, teme que la llegada de Erling Haaland le haga pasar a un segundo plano, además de que sabe que Florentino Pérez quiere ofrecerle lo mismo que Modric y que el año pasado a Sergio Ramos, una renovación de solo un año. Benzema quiere colgar las botas en el Bernabéu, pero no lo hará si el presidente del Real Madrid no cambia de idea.
Benzema no quiere el fichaje de Haaland
Por un lado, Benzema sabe que Mbappé jugará en el Real Madrid la temporada que viene. Para el delantero, lo lógico es que el tridente del equipo lo formaran él junto a Mbappé y Vinícius, por lo que no le cuadra que Florentino quiera fichar también a Haaland. El noruego no podría ser suplente, por lo que el cuarto delantero pasaría a ser él, una situación que no piensa consentir con el Mundial de Qatar a la vuelta de la esquina. Benzema no comprende por qué el Real Madrid sigue luchando por fichar a Haaland cuando él está demostrando estar en el mejor momento de su carrera.
Por mucho de que desde el club le digan que él es el santo y seña del Real Madrid, Benzema sabe que, con 34 años, puede sufrir un bajón físico en cualquier momento, o varias lesiones, lo que automáticamente le convertirían en el delantero revulsivo. Espera que Florentino Pérez recapacite y descarte el fichaje de Haaland.
Benzema teme ser el nuevo Sergio Ramos
Más complicado parece el tema del contrato, pues Florentino Pérez siempre ha actuado de la misma manera. A los jugadores de mayor edad, sean más o menos importantes, les ofrece un año y, una temporada después repite la estrategia. De esta manera se asegura poder darles salida cuando su rendimiento baja considerablemente.
Para Benzema, esto es algo inconcebible y el mejor ejemplo se vio con Sergio Ramos, a quien no le sirvió de nada ser el capitán y una auténtica leyenda del Real Madrid. El central no aceptó la condición de Florentino Pérez y al presidente no le tembló el pulso. Retiró la oferta de renovación y fichó a Alaba. Benzema teme que con él pueda pasar algo parecido y más si el Madrid logra fichar a Mbappé y a Haaland.