Karim Benzema vive en una encrucijada. A punto de cumplir los 34 años, y en un estado de forma excepcional, el sentido común le dice que se quede lo que le resta de carrera en el Real Madrid, para retirarse como una auténtica leyenda del club blanco.
Por otro lado, sin embargo, el francés es consciente que tarde o temprano sufrirá un bajón físico y que el Real Madrid ya está buscándole un sustituto a medio plazo, con Erling Haaland como principal candidato. Benzema teme que la llegada de otro delantero top le relegue a la suplencia, y en un momento en el que su caché habrá bajado a nivel internacional.
Zidane quiere a Benzema junto a él
En este sentido, Karim Benzema sabe que Zinedine Zidane, el entrenador con el que más creció, está a punto de volver a los banquillos. El técnico quería esperar hasta el 2023 para hacerse cargo de la selección francesa, pero las últimas semanas ha recibido dos llamadas que podrían adelantar los acontecimientos. Y es que Zidane es el candidato número 1 del Manchester United para suplir a Solksjaer y del París Saint-Germain para coger el testigo del Mauricio Pochettino, dos ofertas muy tentadoras.
Y en ambos casos, Benzema estará en la lista de fichajes, pues Zidane le necesita para empezar con buen pie. El delantero del Madrid vería con muy buenos ojos jugar en el Manchester United, donde coincidiría con Cristiano Ronaldo y donde podría probar la Premier League, una competición que siempre le ha llamado la atención. Por otro lado, fichar por el París Saint-Germain le permitiría cerrar el círculo, volver a la Ligue 1 antes de colgar las botas, para intentar ganar el Balón de Oro en un equipo que aspira a ganarlo todo.
Florentino Pérez no pondría problemas
Florentino Pérez, un admirador declarado del fútbol de Benzema, no quiere ni oír a hablar de su salida, aunque entiende que el delantero está cerca de la retirada y que tarde o temprano bajará su nivel. Su salida, además de dejar dinero en la caja, reduciría la masa salarial, pues Benzema es de los jugadores que más cobran, lo que facilitaría la llegada de Haaland.
Y es que el presidente del Real Madrid siempre se ha caracterizado por su mentalidad empresarial. No le tiembla el pulso a la hora de sacarse de encima a jugadores emblemáticos del club, se llame Cristiano Ronaldo, Beckham o Figo, pues entiende que llega un momento en el que toca renovar y es mejor hacerlo cuando el jugador todavía tiene valor en el mercado.