Karim Benzema se opuso de forma rotunda a un fichaje que el Real Madrid se planteaba en el mes de enero. Porque, debido a las constantes lesiones del ’9’, y a la avanzada edad que ya tiene, 35 años, Florentino Pérez se planteaba muy seriamente la incorporación de otro delantero centro. No pueden depender única y exclusivamente de él, y se ha demostrado que cuando no ha estado disponible, Carlo Ancelotti no ha encontrado alternativas de garantías.
Rodrygo Goes o Marco Asensio pueden jugar como referencia ofensiva, pero no es donde se encuentran más cómodos. Mariano Díaz, por su parte, no entra en los planes del entrenador, y se lo han dejado muy claro, enseñándole la puerta de salida en varias ocasiones. Así que necesitaban acudir al mercado invernal para conseguir la incorporación de un futbolista que pudiera acabar con este problema, y tenían un nombre en mente.
Ese era el de Dusan Vlahovic, que busca marcharse de la Juventus de Turín, pese a aterrizar hace solamente 12 meses. Tiempo más que suficiente para comprobar que la anterior directiva le mintió, prometiéndole cosas que no se han cumplido. Está muy disgustado con el proyecto que hay actualmente, que no pelea por títulos, y además ha recibido un varapalo brutal después de confirmarse la sanción de 15 puntos que recibieron.
Cuando esto se supo, el internacional serbio ordenó a su representante ponerse en contacto con la directiva del Santiago Bernabéu, y ofrecer sus servicios. Eso es precisamente lo que hicieron, y se encontraron con una respuesta positiva por parte del presidente y de Ancelotti. Ambos veían con buenos ojos esta operación, que llegaría a tener un coste aproximado de 80 millones de euros. Una inversión bastante importante.
No obstante, considerando que tan solo tiene 22 años, y que su historial goleador es increíble, no tenían dudas de que podría aportar mucho al equipo.
Benzema, el culpable de que Vlahovic no acabara aterrizando en el Madrid
Finalmente, todo quedó en nada por culpa de Benzema, que se opuso rotundamente a compartir vestuario con Vlahovic. No quería que llegara nadie que pudiera discutirle la titularidad, y le restara minutos y protagonismo. Y amenazó con no renovar su contrato, que finaliza en junio, y marcharse al final de la campaña.
Por ello, a Florentino Pérez no le quedó de otra que dar marcha atrás, y olvidarse de la estrella de la ‘Vecchia Signora’.