Los hechos hablan más que las palabras, y eso es una evidencia. Porque así se ha podido comprobar en numerosas ocasiones, por ejemplo, con Leo Messi en el Barça. Pese a que siempre afirmó que su intención era retirarse allí, no lo dudó a la hora de presentar un burofax para conseguir que Josep María Bartomeu le concediera la carta de libertad, y de esta manera, poder irse totalmente gratis. Aunque no lo logró, y tuvo que quedarse otro año más.
Unos meses más tarde, después de que su contrato finalizara, el argentino reculó, y mostró su predisposición a quedarse. No obstante, no aceptó la rebaja salarial que le exigía Joan Laporta, y se fue por la puerta de atrás, uniéndose al proyecto del Paris Saint-Germain. Un movimiento que fue muy criticado, y que todavía un sector de la afición no perdona, ya que fue muy doloroso ver como el mejor futbolista de la historia se unía a un rival directo.
Por muchas veces que el siete veces ganador de Balón de Oro se besara el escudo, dejó bastante que desear con su actitud. Y lo mismo se puede aplicar con Samuel Umtiti, otro que juró amor eterno a la entidad azulgrana, pero que ahora se ha convertido en un problema mayúsculo en el Camp Nou, y al que no logran encontrar una solución. Y es que se niega a hacer las maletas, y no le importa en absoluto ser un estorbo para Xavi Hernández.
Ya hace tiempo que dejó de ser una pieza útil en la plantilla, pues constantemente está lesionado, y su rendimiento está muy por debajo de las expectativas. Cada vez que salta al terreno de juego deja en evidencia que sus mejores días son cosa del pasado, y en el Barça buscan la manera de deshacerse de él. Pero el ex del Olympique de Lyon se negó a marcharse a otro conjunto, pues era consciente de que no podría percibir el salario que tenía.
Y de nuevo esta historia se ha repetido. Aunque ahora mismo es el sexto central del equipo, y tiene por delante a Jules Koundé, Ronald Araújo, Gerard Piqué, Eric García y Andreas Christensen, no desea abandonar España.
Umtiti pone una condición para aceptar la rescisión de su contrato
Consciente de que encontrar a un comprador para el campeón del Mundial de Rusia es imposible, Laporta tiene otro plan en mente. Y ese consiste en ofrecerle la rescisión de su contrato, pero tampoco está sirviendo para nada. Porque Umtiti se mantiene firme, y pide una barbaridad para aceptar su despido.
Concretamente, exige que le paguen todo lo que le queda por cobrar en el Barça, una cifra que fácilmente alcanza los 50 millones de euros.
Así, es imposible que lleguen a un acuerdo.