El Betis se proclama campeón de la Copa del Rey desde los 11 metros después de que la batalla haya declinado el partido a la tanda de penaltis (5-4). Tanto los futbolistas verdiblancos como los de la Valencia han sudado tinta con el fin de romper la igualdad máxima que ha reinado desde el minuto uno.

Celebración del Betis, después de conquistar la Copa del Rey / EFE

El zafarrancho de combate, servido

La igualdad ha sido máxima durante los 90 minutos y ambos equipos han mostrado su versión más combativa sobre el césped. De hecho, en el caso de los hombres de José Bordalás, esta dimensión puede decirse que ha sido de manera literal. El zafarrancho de combate estaba servido. Los jugadores ches no rehuían al contacto, mientras que el Betis ha entrado en una vorágine de ida y vuelta que dista de los típicos planteamientos de posesión verdiblancos.

En este sentido, punto para el extécnico del Getafe, que ha conseguido cortocircuitar la superioridad inicial de los andaluces que ha trasladado al marcador Borja Iglesias en el minuto 11 (1-0). Sea como sea, hay que decir que Hugo Guillamón, quien tendría que haber visto la segunda tarjeta amarilla en el minuto 85 de partido por cortar un contragolpe mediante una falta tardía, ha sido la imagen del Valencia sobre el césped del estadio de la Cartuja. Rocoso, intenso y partidario de ensuciar al máximo posible el flujo del balón.

Hugo Guillamon, parando con falta a Borja Iglesias / EFE

Una moneda en el aire

Los de Manuel Pellegrini han entrado mejor al partido, pero ha sido el Valencia quien ha dado la vuelta a la situación. En el 39' de partido, Hugo Duro rehacía la igualada en el marcador aprovechando un gran pase de Ilaix Moriba, que identificando el desajuste defensivo bético, dejaba al delantero madrileño en situación de uno contra uno, y este resolvía de manera magistral elevando el esférico sobre la salida de Claudio Bravo. A partir de aquí, los futbolistas valencianistas, que en ningún momento han perdido la cara al partido, han ganado peso hasta el punto de mostrarse superiores en muchos instantes de la segunda mitad.

Con el marcador 1-1, y con el partido muy abierto y vistoso, los kilómetros han empezado a pesar en las piernas de los protagonistas. El ritmo del partido ha sido frenético, y futbolistas de calidad superior como Gonçalo Guedes o Nabil Fekir han empezado a diluirse. Así hemos llegado a la prórroga, y con la misma tónica que en los 120 minutos anteriores, esta final de Copa del Rey ha sido destinada a decidirse en los penaltis.

Juan Miranda, celebrando el gol de penalti definitvo / EFE

Y desde los 11 metros, la efectividad del Betis ha sido plena, mientras que Yunus Musah ha enviado el balón directamente fuera, y Juan Miranda, último lanzador para los andaluces, ha hecho caer la moneda mostrando la cara de los heliopolitanos y otorgando la tercera Copa del Rey de la historia del club andaluz.

 

Imagen principal: Joaquín, levantando el trofeo de Copa del Rey / EFE