Temporada nueva y las costumbres de siempre. El Real Madrid sólo ha tenido que esperar a su segunda jornada de la Liga Santander para volver a disfrutar de los favores arbitrales. El Betis ha sido la víctima.
Era el minuto 64 de partido cuando un contragolpe del conjunto blanco tenía todos los números para acabar en gol. Jugada rapidísima con Luka Jovic como punta de los de Zinedine Zidane. El delantero serbio ha controlado muy bien ya en campo contrario y con el pecho se ha lanzado la pelota al espacio para plantarse solo ante el portero Joel. Pero antes de llegar ha caído y ya ha empezado el lío.
Los árbitros, en una primera instancia, han señalado fuera de juego de Jovic. Pero el VAR ha hecho su trabajo y ha confirmado que no estaba en posición antirreglamentaria. Y luego ha analizado la falta previa de Emerson, cuándo el delantero del Madrid estaba fuera del área, por si era expulsión. Y efectivamente, el árbitro vasco Ricardo de Burgos Bengoetxea ha ido a revisar en la pantalla y le ha enseñado la tarjeta roja al defensa del Betis. Los culés explotan y primera reacción de Carles Puyol:
El resultado era de 2-2 y, aunque el Madrid tenía un futbolista más sobre el campo, no podía ganar el partido... hasta que el árbitro y el VAR han visto un penalti por manos de Bartra dentro del área (eran manos). Pero no han vist una falta previa de Mayoral. Nueva reacción de Puyol y también se añade el precandidato Toni Freixa:
Nuevo escándalo y los culés que ya ven la misma mano negra de siempre.
Dos ayudas arbitrales han sido suficientes para dar los tres puntos al Real Madrid. No hay que añadir nada más.