Tras una temporada triunfal que culminó con la conquista de la 15ª Champions League en Wembley, el Real Madrid se embarca en una nueva era de expectativas y refuerzos estratégicos. Y aunque Florentino Pérez ya ha cerrado el mejor fichaje posible del mercado, está determinado a fortalecer aún más la plantilla para mantener la hegemonía del conjunto madridista tanto a nivel nacional como internacional.
La llegada estelar de Kylian Mbappé apenas dos días después de levantar la Champions fue una declaración clara de la ambición del club blanco. Pero Ancelotti se enfrenta ahora al desafío de gestionar una delantera repleta de talento, donde figuran nombres como Vinícius Jr., Rodrygo, Bellingham, Joselu, Endrick y Arda Güler, todos ellos destacados por su temporada sobresaliente. Todo ello sin olvidar la llegada inminente de Endrick, cuyo contrato con el Real Madrid está firmado desde hace dos temporadas. Este escenario plantea la necesidad de gestionar con habilidad la competencia interna y los egos en el vestuario, un aspecto crucial en un equipo con tantas estrellas emergentes. Florentino lo sabe bien de su primer proyecto galáctico.
Rodrygo Goes, daño colateral del proyecto galáctico de Florentino Pérez
Entre estos jugadores, Rodrygo Goes podría ser el sacrificado. A pesar de su talento y rendimiento, la presencia de Mbappé, Vinícius y Bellingham como fijos en el once inicial limita sus oportunidades de juego, especialmente en los encuentros más exigentes. Ante esta situación, Rodrygo podría optar por un cambio de aires en busca en otro equipo de ese papel destacado que le permita brillar como estrella principal que no ha logrado en el Madrid, siempre relegado a un papel secundario. Y ojo, porque ya tiene serios pretendientes.
Uno de ellos es el Newcastle. Bin Salmán sigue obsesionado por crear un equipo que se codee con los mejores del mundo y ve a Rodrygo como un fichaje de lujo. Tanto es así que, según deslizan desde Inglaterra, el club británico estaría dispuesto a llegar a los 100 millones de euros por su traspaso y ofrecerle una ficha al futbolista de 20 millones de euros limpios que le convertirían en el mejor pagado del equipo. Además, sería la nueva referencia del conjunto inglés, el jugador franquicia principal.