El Espanyol ya gana como los grandes equipos. En un partido insípido los blanquiazules se han impuesto al Huesca (0-2) con dos goles de Borja Iglesias y han roto la mala racha fuera de casa. La clasificación no miente: el equipo es segundo con diecisiete puntos y cada vez queda más claro en que esta temporada el objetivo tiene que ser Europa. El padre del éxito está en el banquillo. En sólo nueve jornadas Rubi ha conseguido convertir a un equipo desilusionado en uno de los mejor conjuntos de la Liga.

Borja Iglesias rompe la monotonía

No ha sido el mejor partido de la jornada, precisamente. En la primera mitad el Huesca ha ofrecido intensidad y concentración pero le ha faltado calidad. El Espanyol se ha presentado completamente dormido, pero en cambio ha sabido ser contundente. Los primeros cuarenta y cinco minutos, en todo caso, han sido muy aburridos y sólo Borja Iglesias se ha rebelado contra la parsimonia imperante.

El Huesca ha querido demostrar a su afición que con Francisco Rodríguez las cosas cambiarían. El nuevo entrenador del conjunto aragonés ha dispuesto un once bastante ofensivo que se ha traducido en buenos minutos de juego, pero sus jugadores no han estado a la altura. Samuele Longo y Álex Gallar lo ha probado pero en ningún momento han conseguido inquietar a Diego López. El Alcoraz, como es lógico, se desesperaba. Su público todavía no ha probado una victoria de Primera División.

El Espanyol, por su parte, ha sido muy apático. La baja de Sergi Darder se ha notado, y es que Víctor Sánchez en ningún momento se ha acercado al nivel del balear. Ni posesión, ni pases entre líneas, ni circulación ágil de la pelota. El sello de Rubi no se veía por ningún sitio, pero entonces ha aparecido Borja Iglesias. El delantero gallego sólo ha tenido que empujar un centro de Dídac para hacer el primero del partido. 0-1 y descanso.

El Espanyol no tiene piedad

En la segunda parte el Espanyol ha demostrado más categoría y enseguida ha desmenuzado las aspiraciones del Huesca. Cuando sólo se habían jugado ocho minutos Victor Sánchez se ha desmarcado en profundidad y ha conseguido anotar el segundo gol del partido después de definir un uno contra uno delante de Jovanovic. Desgraciadamente para él y su equipo, la jugada estaba anulada por fuera de juego.

Pero Borja Iglesias tenía más hambre. En el minuto 64 el delantero gallego ha recibido un pase al espacio de Hernán Pérez y posteriormente ha batido al portero local con una elegante vaselina. Era el cuarto gol a la Liga de Iglesias, que empieza a demostrar porque la temporada pasada fue uno de los mejores jugadores de Segunda División.

A partir de este momento el partido ha pasado a mejor vida. Rubi ha intentado reanimarlo con las entradas de Leo Baptistao, Pablo Piatti y Óscar Melendo, pero la estrategia no ha funcionado. El Huesca tampoco ha mostrado demasiado interés en reaccionar. Después del gol blanquiazul, sus jugadores han estado más pendientes de disputas que de intentar remontar. Sólo en los últimos minutos han demostrar cierto orgullo buscando un gol que los introdujera de nuevo en el partido. Irónicamente, quien ha tenido la ocasión más clara ha sido el Espanyol: Mario Hermoso ha enviado una falta directa al travesaño. Más allá de la anécdota, el futbolista blanquiazul está haciendo una temporada espectacular y se ha convertido en uno de los mejores centrales de la competición.

El Espanyol consigue la primera victoria como visitante y la primera portería a cero a domicilio. Antes de empezar la Liga, Darder dijo que la obligación del equipo era intentar ganar el título. Entonces parecía una locura, pero por ahora los resultados le están dando la razón.