"Se enfadaba mucho cuando no podía marcar goles, odiaba perder". Esta frase de Sandra Díaz, madre de Luis Suárez, en un reportaje publicado en la revista 'Panenka' explica muchas cosas del nuevo Bota de Oro del fútbol europeo.

En una temporada donde el Barça tuvo que subsistir dos meses sin Leo Messi, el delantero uruguayo -junto con Neymar- sustentó el equipo a base de goles. Muchos goles. En total, Luis Suárez hizo 40 en 35 partidos.

Suárez explotó en su segundo año en Barcelona. Y lo hizo, en parte, gracias a sus goles al primer toque. El instinto goleador y los desmarques -al primer y segundo palo- explican gran parte de sus números. El 57,5% de los goles (23) los hizo sin controlar antes el balón.

El segundo título de Liga consecutivo cayó a pesar de la falta de acierto desde los once metros. Al equipo le silbaron 19 penaltis en 38 jornadas, y falló 7. Entre el Tridente se repartieron los goles y los errores. Pero si por alguna cosa será recordada la segunda liga de Luis Enrique es por un penalti. Messi y Neymar emularon a Cruyff i Olsen con un lanzamiento indirecto que la voracidad de Suárez convirtió en gol.

Más que un delantero

El Barça ha encontrado en Luis Suárez la solución al problema del encaje con Messi y Neymar. Tiene la capacidad de generarse espacios sin ayuda y de acompañar las jugadas del equipo para situarse, siempre, en el sitio oportuno. Suma a la habilidad de intuir los gestos de los defensas y la dirección de los rebotes, una buena técnica con las dos piernas. Prefiere rematar con la derecha pero no tiene problema en definir con la izquierda.

Combinó hat-tricks con póqueres, marcando a 18 de los 19 equipos de la Liga. Sólo el Málaga se le resistió a un Suárez que tuvo al Sporting de Gijón como víctima preferida de la temporada con cinco goles. Después de los asturianos, Athletic de Bilbao (4) y Eibar (4) son los que más sufrieron el hambre desmesurada del delantero.

Sin rival

En la Liga encauzó rápidamente el trofeo de Pichichi. Asumiendo responsabilidades desde un inicio, Suárez se destacó como la apuesta clara del Barça para el galardón. El equipo entendió que tenía que contribuir al premio, buscándolo en la mayoría de jugadas de ataque. Si el Barça ganaba estaba bien, pero si lo hacía con uno o dos goles de Suárez, mejor.

Nadie le pudo hacer sombra en Primera División. Cristiano Ronaldo se quedó cinco goles por debajo, mientras que el Tridente ocupó tres de las cinco primeras plazas. El año blaugrana, desde el punto de vista goleador es difícilmente igualable.

  Jugador Partidos Goles Goles por partido
1 Luis Suárez 35 40 1,14
2 Cristiano Ronaldo 36 35 0,97
3 Leo Messi 33 26 0,78
4 Karim Benzema 27 24 0,88
5 Neymar 34 24 0,70


En función de la liga donde compite cada jugador, se premia en mayor o menor medida el gol. En las cinco grandes ligas europeas -española, inglesa, italiana, alemana y portuguesa- los goles se valoran con dos puntos. A partir de aquí, hay ligas como la francesa donde el gol se multiplica por 1,5 y la andorrana o la albanesa donde no varía.

Gonzalo Higuaín fue el delantero que se quedó más cerca de Suárez en la carrera por la Bota de Oro. En el Top-5 final también entraron jugadores como Jonas o Lewandowski.

  Jugador Equipo Goles Puntos
1 Luis Suárez Barça 40 80
2 Gonzalo Higuaín Nápoles 36 72
3 Cristiano Ronaldo Madrid 35 70
4 Jonas Gonçalves Benfica 32 64
5 Robert Lewandowski Bayern 30 60
Temporada irrepetible

A pesar de tener tramos de temporada donde estuvo más acertado de cara a gol, Suárez siempre mantuvo un ritmo goleador estable, con especial trascendencia en los partidos decisivos. Cuando el Barça le ha necesitado, el uruguayo siempre ha respondido. El dato más significativo hace referencia al Mundial de Clubs. En una competición a dos partidos, acabó con cinco goles.

Nombrado mejor jugador del torneo, Suárez tuvo especial incidencia en la Final contra River Plate. El Barça goleó a los argentinos por 3-0 y el uruguayo marcó todos los goles del partido. Una salvajada.

69 goles en 5 competiciones diferentes. Unos números que asustan y ayudan a comprender la dimensión de un jugador por el que se pagaron 81 millones de euros pero del que ya nadie recuerda el precio.