Para triunfar en el fútbol no solo basta tener un talento descomunal. A lo largo de la historia se han visto miles de casos de jugadores que prometían tener una carrera llena de éxitos, pero que han acabado estrellándose por mil razones. Saber lidiar con la fama que te proporciona triunfar en un deporte así es muy complicado. Hay que tener siempre la cabeza fría y un entorno que te haga tocar siempre de pies en el suelo. Gracias a la aparición de los psicólogos deportivos y del trabajo que hacen las categorías inferiores de los grandes clubs cada vez hay menos casos de este estilo, pero es inevitable de vez en cuando echar la vista atrás para recordar algunos de los talentos más grandes que se han desperdiciado.

Adrian Mutu, el descenso a los infiernos de una estrella prometedora

Uno de los más recordados para el imaginario público es el de Adrian Mutu, exfutbolista rumano que actualmente entrena al Petrolul Pliesti de la liga de Rumania. El exdelantero de 46 años fue uno de los grandes talentos que surgieron en los principios de los años 2000. Después de explotar en su país, se trasladó a Italia, donde jugó en algunos de los mejores equipos del país transalpino, como el Inter de Milán o el Parma, hasta que el Chelsea de Roman Abramovich, uno de los proyectos más ambiciosos de Europa, decidió romper la hucha pagando 22 millones de euros para sus servicios.

Mutu se unía a un equipo que tenía el propósito de convertirse en uno de los mejores del mundo, compartiendo vestuario con estrellas de la talla de Hernán Crespo, Makelélé o Lampard. Y su primer año en Londres fue esperanzador. Sin embargo, todo se torció en la segunda temporada. No encajó con su nuevo técnico, José Mourinho, y protagonizó varios episodios de indisciplina. Uno de ellos, condenatorio: dio positivo en consumo de cocaína y fue suspendido durante siete meses. Después de este episodio, todavía jugó en clubs importantes como la Juventus o la Fiorentina, pero nada fue como antes.

"No gané el Balón de Oro por culpa de la cocaína"

Muchos aficionados del fútbol se preguntan todavía hasta dónde podría haber llegado Adrian Mutu. Una pregunta que ha intentado responder al mismo exfutbolista rumano en una entrevista concedida al medio inglés The Telegraph, en la cual ha relatado aquellos años sin pelos en la lengua. "Consumir cocaína durante mi etapa en el Chelsea fue la peor decisión que pude tomar a mi carrera. Estuve solo y triste. Ni la depresión ni nada justifica mis acciones. El Chelsea, claro está, tenía tolerancia cero con mi problema de drogas. Cometí un error, me desvié del camino correcto y pagué por eso", ha reflexionado el actual entrenador rumano.

"Creo que más de una temporada estuve entre los mejores del mundo, podría haber ganado fácilmente la Pelota de Oro. Pero las malas decisiones me alejaron de conseguirlo", ha añadido un Adrian Mutu arrepentido con estas malas decisiones que tomó joven.