El verano se presenta movido en el mercado de fichajes, y uno de los nombres que más ruido está generando es el de Kevin De Bruyne. El futbolista belga ya ha comunicado que no seguirá en el Manchester City al finalizar esta temporada, poniendo punto y final a una etapa dorada que lo ha convertido en uno de los grandes ídolos del club inglés.
Durante meses se especuló con que su destino estaría en la MLS o en el fútbol saudí, siguiendo la tendencia de otros grandes nombres que optan por terminar su carrera lejos del foco de las grandes ligas. Sin embargo, el propio jugador ha sorprendido al abrir la puerta a continuar compitiendo al más alto nivel en Europa, y los grandes clubes del continente no han tardado en reaccionar.

El PSG, el primero en mover ficha
El París Saint-Germain ha sido el primer gran club europeo en mostrar interés por De Bruyne. El conjunto parisino, bajo la dirección de Luis Enrique, está construyendo un proyecto ambicioso y busca incorporar futbolistas con experiencia, liderazgo y talento para apuntalar el centro del campo de cara a la próxima temporada.
De Bruyne podría aportar el carácter, jerarquía y calidad que el club necesita para seguir peleando por la Champions. En el Parque de los Príncipes creen que el belga encajaría perfectamente en el estilo de Luis Enrique, y están dispuestos a hacer un esfuerzo económico importante para convencerlo.
Más equipos al acecho
Aunque el PSG ha tomado la delantera, no se espera que sea el único pretendiente. Clubes como el Bayern de Múnich, el Barcelona, e incluso el Chelsea, donde ya jugó en su juventud, están atentos a su situación.
El hecho de que llegue libre de contrato es un aliciente más para equipos con limitaciones económicas, ya que se ahorrarían un traspaso millonario. Eso sí, el salario de De Bruyne, actualmente uno de los más altos de la Premier, podría ser un escollo para algunos clubes. Aun así, su deseo de seguir compitiendo por títulos puede pesar más que el aspecto financiero.
Una salida que marca una era
De Bruyne deja el Manchester City tras casi una década de éxitos. Llegó en 2015 y desde entonces ha sido una pieza fundamental para Pep Guardiola, con quien ha ganado múltiples títulos, incluyendo la ansiada Champions League. Con más de 100 asistencias y 60 goles en la Premier League, el mediocampista se marcha como uno de los mejores jugadores en la historia del club.

Su marcha supone un duro golpe para Guardiola, que ya se habría reunido con la directiva para planificar el futuro sin su cerebro en el campo. Aunque no lo ha dicho públicamente, el técnico catalán sabe que será muy difícil encontrar un reemplazo de su nivel.
Un nuevo reto a los 33 años
Con 33 años recién cumplidos, De Bruyne siente que aún tiene fútbol para rato. Las lesiones lo han respetado en los últimos meses y su rendimiento ha seguido siendo alto. No quiere colgar las botas en una liga de segundo nivel, al menos no todavía.
Ahora, con el PSG ya sobre la mesa y otros clubes preparando sus ofertas, el belga se enfrenta al que puede ser uno de los últimos grandes desafíos de su carrera. ¿Seguirá deslumbrando en la élite europea o terminará cediendo a los cantos de sirena del fútbol exótico? El verano dará la respuesta.