El Barça visitaba el Coliseum Alfonso Pérez, uno de los estadios más complicados de la Liga, después de ser incapaz de ganar en tres salidas consecutivas del campeonato doméstico y transmitiendo sensaciones preocupantes.
En el estadio del Getafe, sin embargo, los de Ernesto Valverde han conseguido llevarse los tres puntos, aunque en la primera parte han ofrecido una imagen más que discreta. Los detalles ganadores han llegado a través de las botas de Marc-André Ter Stegen, Luis Suárez y Junior Firpo; pero lo cierto es que los hombres que han conseguido dominar el partido han sido los de la medular.
Por primera vez fuera de casa, Valverde ha alineado un centro del campo formado Sergio Busquets, Frenkie de Jong y Arthur Melo, una fórmula que en el Camp Nou se había traducido en resultados fantásticos, y la apuesta le ha salido bien.
En el primer tiempo ninguno de los tres ha estado especialmente acertado, pero en el segundo no ha habido color. El catalán, el holandés y el brasileño han retenido la pelota con inteligencia y han desesperado a los jugadores del Getafe, que han perdido la esperanza de empatar progresivamente.
Busquets, De Jong y Arthur: los denominadores comunes de las victorias del Barça en la Liga. Siempre que el Barça ha empatado o perdido, ha sido con algún miembro de este trío en el banquillo.