Que la situación financiera del Barça siga siendo crítica después de que la junta directiva de Joan Laporta haya movido mar y montaña, habla mucho de cómo funcionaban las cosas bajo el mandato de Josep Maria Bartomeu. Dejando de lado los negocios desastrosos de fichar a Philippe Coutinho por 135 millones de euros y venderlo por 20 al Aston Villa, o el de Ousmane Dembélé que llegó al Barça por 140 y parece que se irá por 0, el Barça ha ajustado muchos sueldos y ha cerrado acuerdos de patrocinios, y aun así, no ha podido nivelar la balanza.

Philippe Coutinho, sobre el césped del Camp Nou / Europa Press

El Barça de la era pandemia, de diferimiento en diferimiento

Es obvio que las desgraciadas inversiones en Coutinho y Dembélé no han sido de ayuda, pero lo que ha condenado verdaderamente al Barça son las primas de fidelidad que incluía Josep Maria Bartomeu en los contratos de los veteranos al renovarlos. Remontándonos a 2020, al estallar la pandemia, la entidad blaugrana firmó un ERTE a los trabajadores del club y la cantidad que no se abonó a los futbolistas todavía se debe. Estamos hablando de un 12%, que traducido en cifras y hablando solo de Gerard Piqué, Sergio Busquets y Jordi Alba, el club todavía les debe un total de 80 millones de euros, según asegura culemania.

Una temporada más tarde, en diciembre del año 2020, el Barça aplicó un nuevo diferimiento a los emolumentos de los futbolistas. Con Carles Tusquets como presidente de la junta gestora, el club consiguió aplazar el 42,9% del salario fijo de los futbolistas y el 100% de las variables que contemplaban sus contratos. Con aquel acuerdo, se preveía la devolución de las retenciones en concepto de salario fijo en cuatro temporadas, mientras que las variables, en tres. Y por último, ya con Joan Laporta en la presidencia, el Barça negoció un tercer diferimiento en el pasado mes de agosto del 70% que se prevé abonar a los futbolistas durante la próxima temporada.

Bartomeu, en el programa 'Fora de joc' / Europa Press

Poco a poco y buena letra

Según TV3, el Barça todavía le tiene que pagar un total de 80 millones de euros a Gerard Piqué teniendo en cuenta todos los pagos aplazados. No es el único futbolista del vestuario con dinero pendiente de percibir, pero el Barça quiere partir de los capitanes a la hora de establecer recortes a fin de que den ejemplo a sus compañeros de vestuario.

El pasado viernes se acordó la renovación de un Sergi Roberto que todavía no había accedido a rebajarse un sueldo que, con su anterior contrato, lo retribuía con 12 millones de euros anuales. Con respecto a Jordi Alba, este mismo sábado ha declarado en la concentración con la selección española que "los cuatro capitanes siempre estaremos dispuestos a ayudar al Barça".

Gerard Piqué, celebrando un gol con el Barça / Europa Press

Sin embargo, no todas las figuras de Can Barça accederán a las rebajas a los sueldos que el club necesita aplicar. También se ha intentado retocar las retribuciones en la sección de baloncesto. Los seleccionados para hacerlo habían sido Nick Calathes y Nikola Mirotic, ya que son los dos jugadores con el sueldo más alto. Sin embargo, no han aceptado subordinarse a esta medida.

 

Imagen principal: Piqué, Busquets y Jordi Alba, aplaudiendo a la afición del Camp Nou / EFE