Vuelve la Fórmula 1, después de un largo parón producido por la suspensión del Gran Premio de China. En esta ocasión los pilotos, y sus respectivos equipos, han viajado hasta Azerbaiyán para disputar el Gran Premio de Bakú. Un circuito urbano que no responde a las características típicas de un circuito denominado como tal, convirtiéndolo en un trazado peculiar. 

Fernando Alonso ha demostrado estar en un gran estado de forma y ha empezado la temporada de manera notoria, con el pie derecho, que se dice. El piloto asturiano ha sido capaz de pisar el podio en todas las carreras disputadas hasta la fecha, consiguiendo una tercera posición en cada una de ellas. Demostrando que el que tuvo retuvo y que el Aston Martin funciona en diferentes tipos de circuitos.

Fernando Alonso y Lance Stroll se abrazan contentos / Foto: Europa Press

Bakú, el primer gran obstáculo de Fernando Alonso

Como decíamos, Bakú acogerá la cuarta entrega del mundial de Fórmula 1. Una fecha señalada en el calendario del equipo verde. Y es que, a priori, el trazado de Azerbaiyán no es el más propicio para el AMR23 de Fernando Alonso y Lance Stroll, por lo que podríamos ver, por primera vez, al asturiano lejos del podio.

Bakú no es el típico circuito urbano, que suelen ser lentos. Eso sí, este factor sí se cumple en el segundo sector del circuito, que se convierte en una auténtica prueba de fuego para que los pilotos puedan demostrar su habilidad. Sin embargo, se caracteriza por la eterna recta de 2,1 kilómetros de distancia, la más larga de todo el campeonato.

Tom McCullough hablando en el GP de Brasil de 2022 / Foto: Europa Press

Ahí es donde está el handicap del Aston Martin. El monoplaza de la marca inglesa ha demostrado ser muy versátil y una máquina muy bien equilibrada, pero tal y como reconocen desde el equipo verde, el gran debe de su coche es la velocidad punta en las rectas. Así lo aseguró el director de rendimiento Tom McCullough: "Tenemos deficiencias en rectas muy largas, no es ningún secreto. Lo hemos visto y tenemos que trabajarlo mucho. En las pistas donde esto no cuente tanto es donde podemos tener más confianza".

Así pues, en Bakú toca apretar los dientes, maximizar las virtudes del coche y minimizar los defectos. Además, se espera que los mecánicos de Aston Martin introduzcan mejoras en el alerón trasero del AMR23, precisamente, para subsanar estas carencias, y mejorar el DRS para que el coche aumente su velocidad en recta.

Incógnita con las carreras al esprint

Otra de las novedades que llegará en el cuarto gran premio de la temporada son las carreras al esprint. Será la primera del año y en Aston Martin es una auténtica incógnita como funcionará su monoplaza en este tipo de carreras. McCullough se mostró preocupado sobre los gastos de reparación que pueden acarrear las esprint que repercuten en el presupuesto final.

Fernando Alonso al volante del AMR23 en el GP de Australia / Foto: Europa Press

En el equipo verde son un mar de dudas. El AMR23 ha demostrado funcionar mejor los domingos de carrera que los sábados. Sin embargo, en un circuito como el de Bakú es importante obtener una buena clasificación para salir por delante, ya que es muy difícil adelantar por sus características. El domingo saldremos de dudas.