La Fórmula 1 aterriza en Barcelona y fascina a los aficionados del motor, pero también a los menos habituados y a las Can Putades. Núria y Joana han podido ver de muy y muy cerca los coches más rápidos del mundo. Y han quedado con la boca abierta, como el resto de aficionados al mundo del motor presentes en el Passeig de Gràcia de Barcelona.

Carlos Sainz, con el Ferrari del 2022, ha hecho mucho humo y ha hecho mucho ruido. Pero todavía ha hecho más el australiano Jack Doohan, piloto suplente de Alpine, con un monoplaza del 2012, con diferente motor y de los que dejan a todo el mundo con las manos tapándose las orejas. Pero es que también participaron los catalanes Mari Boya, piloto de F3, y Pepe Martí, piloto de F2.

 

Un 'Road Show' de la F1 que ha congregado a 38.000 personas en las calles de Barcelona. Y Can Putades lo ha vivido con mucha emoción y han acabado viendo coches, mucho humo y también el ingenio de los barceloneses para poder ver el espectáculo desde una posición privilegiada.