Xavi Hernández deberá reinventarse durante las próximas semanas. Tras las lesiones de Frenkie de Jong y Pedri, que estarán de baja durante un mes, aproximadamente, el técnico egarense tan solo se ha quedado con cuatro centrocampistas disponibles: Ilkay Gündogan, Oriol Romeu, Fermín López y Andreas Christensen, que ha empezado a jugar en la posición de pivote desde hace algunas semanas y que le ha aportado al equipo una mayor solidez defensiva. Ante esta situación, de momento, es una incógnita total cuál será la apuesta del entrenador blaugrana para los próximos partidos.

Joao Cancelo, una solución imaginativa y ofensiva

Con el regreso de Joao Félix y, seguramente, de Ferran Torres, Xavi Hernández podrá volver a optar por un 4-3-3. Hasta el momento, el Barça venía optando por un sistema con cuatro centrocampistas, con Pedri de falso extremo izquierdo, para darle toda la banda a un Joao Cancelo que, contra el Athletic Club, fue uno de los mejores futbolistas del partido, creando las pocas oportunidades de gol que tuvo el equipo barcelonés. Sin duda alguna, el futbolista propiedad del Manchester City está siendo uno de los jugadores más diferenciales del equipo.

Joao Cancelo, celebrando un gol con el Barça / Foto: EFE

Y ahora podría tener un rol todavía más importante, como interior. Sin Pedri, Frenkie de Jong y Gavi en el campo, Ilkay Gündogan necesitará a un compañero en la medular con características creativas, que organice el juego, mientras él se encarga de jugar más cerca de Lewandowski, donde ha rendido mejor. Ni Fermín López, ni Oriol Romeu, ni Andreas Christensen son el perfil de futbolista organizador que necesita el Barça ahora mismo, y parece que el único jugador de la plantilla que cumpla con estas características es un Cancelo que quiere acabar de ganarse su continuidad de cara a la próxima temporada.

Una final contra el Nápoles en el horizonte

De momento, Xavi Hernández tendrá la oportunidad de hacer las primeras pruebas el próximo viernes, en Montjuïc contra el Mallorca. Ahora bien, el verdadero examen de fuego será el próximo martes, cuando reciban al Nápoles con una plaza en los cuartos de final de la Champions League en juego. Los hombres de Xavi Hernández deberán superar a un conjunto que llega en dinámica ascendente para no sumar una nueva decepción y quedarse sin casi opciones de título a principios de marzo.

Xavi Hernández, dirigiendo un partido del Barça en Montjuïc / Foto: EFE

Para que esta victoria sea una realidad, Xavi deberá dar con la tecla para alinear un centro del campo competitivo, tanto a nivel defensivo como ofensivo. Veremos cuál acaba siendo la decisión final del de Terrassa, pero las opciones que tendrá encima de la mesa tampoco serán muchas.