El Real Madrid debe vencer por más de un gol de diferencia en el Camp Nou si quiere eliminar al Barça y clasificarse para la final de la Copa del Rey. A Carlo Ancelotti, pues, no le queda más remedio que salir al ataque en el Clásico, no puede especular, lo que ha puesto encima de la mesa el debate sobre qué jugador debe completar la banda izquierda. Lo habitual en los partidos importantes es que Fede Valverde complete el puzzle, dando contención en el centro del campo y llegadas esporádicas. Lo lógico, en cambio, es que Ancelotti cambie de idea y apueste por un 4-3-3, sacrificando a Valverde para añadir más pólvora.
La titularidad de Vinícius y Benzema es obvia. La duda es si el tercer hombre debe ser Fede Valverde, más defensivo; Marco Asensio, un híbrido; o Rodrygo Goes, la apuesta más ofensiva. Contra el Valladolid, el extremo se reivindicó con un gol y dos asistencias. Y es que el brasileño empieza a estar harto de ser suplente en los grandes partidos, de verse muy por debajo de Vinícius a nivel mediático, cuando su aportación está siendo clave.
Rodrygo piensa en salir
Rodrygo Goes es consciente que nunca será titular en el Real Madrid. En el club lo consideran suplente para los grandes partidos, una posición que difícilmente cambiará. Vinícius y Benzema son inamovibles y el entrenador no se mueve de su 4-4-2 en los partidos claves. El club, además, quiere fichar un 9 para sustituir a Benzema y a un extremo, lo que todavía puede dificultar más los minutos importantes de Rodrygo. Con 22 años, y tras 4 temporadas en el Real Madrid, el brasileño considera que ha llegado el momento de que el Real Madrid demuestre que cuenta con él. De lo contrario, buscará una salida.
En Inglaterra hace días que se apunta que el Liverpool y el Arsenal tienen a Rodrygo en la lista de objetivos. Tanto en Anfield como en el Emirates, el brasileño sería titular, además de que cobraría más dinero y tendría más opciones de ser titular en la selección brasileña. El jugador está encantado en Madrid, pero teme que su carrera deportiva se pueda estancar si se queda, ya que sus estadísticas están maquilladas por su participación en partidos de transición, pero a la hora de la verdad se va al banquillo.
El eterno jugador de rotación
Rodrygo aterrizó en el Santiago Bernabéu el verano del 2019, procedente del Santos, a cambio de 45 millones de euros. Desde entonces, Rodrygo siempre ha sido un jugador para la rotación, titular en los partidos de segundo nivel, pero suplente en los momentos decisivos. Y no solo eso, pues Ancelotti lo ha empleado como revulsivo en los partidos importantes, una presión añadido que no le convence.
El jugador dejó para la historia sus goles contra el Chelsea y Manchester City. "Cada año me lo planteo con la decisión de mejorar el anterior y en ello estoy", ha afirmado el brasileño en una entrevista al diario As. Quién sabe si esta mejora deberá llegar lejos del Santiago Bernabéu.