Una de las grandes virtudes que se destacan al hablar de Carlo Ancelotti es su brillante gestión del vestuario. El técnico italiano es una figura respetadísima en el mundo del fútbol, y eso le sirve para poder controlar una plantilla repleta de estrellas como el del Real Madrid. Un vestuario que, además de tener a jugadores acostumbrados a ganar año tras año, también cuenta con jóvenes futbolistas que tratan, algunos de forma desesperada, de irrumpir con fuerza y adelantarse al relevo natural con el paso del tiempo.

Eduardo Camavinga oscila entre la ambición y la soberbia

Uno de los que ejemplifica mejor esta definición es Eduardo Camavinga. El centrocampista franco-angoleño tiene solo 19 años y está encarando únicamente su segunda temporada de madridista, pero tiene una ambición que puede ser un arma de doble filo. Bien encaminada, esa ambición le hará ser mejor a él y a sus compañeros, pero una ambición desmedida puede suponer también un problema en el vestuario, y eso es lo que no puede permitirse Ancelotti.

Eduardo Camavinga pelota controlada Real Madrid / Foto: EFE
Eduardo Camavinga conduce un balón en el partido contra el Espanyol / Foto: EFE

Camavinga tiene un talento innegable, pero debe ser consciente que, por delante, tiene a dos de los mejores centrocampistas de los últimos tiempos: Toni Kroos y el ganador del Balón de Oro en 2018, Luka Modric. El alemán y el croata tienen el rol de titulares garantizado, y aunque el Real Madrid tiene al propio Camavinga, además de Tchouaméni y Fede Valverde, como al centro del campo de los próximos años, todo llega a su debido tiempo.

Camavinga quiere quitarle minutos a Modric y Kroos

Y eso, a Camavinga, le cuesta de entender a veces. "No me gusta no jugar, me gustaría jugar más. Pero vendrá de forma natural, debo mejorar cosas", se sinceraba el ex del Rennes a final de la temporada pasada a los micrófonos de Téléfoot. Pese a querer jugar más, lo cierto es que en este inicio de curso ya ha sido titular en tres partidos y ha tenido minutos en todos los encuentros, y Ancelotti sigue demostrando que cuenta con él.

Carlo Ancelotti Camavinga Real Madrid EFE
Carlo Ancelotti y Eduardo Camavinga, charlando en un partido del Real Madrid / Foto: EFE

En una temporada distinta como esta, con el Mundial de por medio y un calendario muy comprimido, Camavinga será habitual sobre el  césped. Ancelotti debe gestionar los tempos para que un jugador de sangre caliente y temperamento como él no explote, en el mal sentido, antes de tiempo. Además, necesita reconducir ciertos aspectos dentro del campo, que muchas veces le cuestan demasiadas tarjetas amarillas y puede condicionar a su equipo con una posible expulsión.