170 días después de su último duelo en París, Novak Djokovic y Carlos Alcaraz se han vuelto a ver las caras. El escenario, inédito para esta rivalidad: unos cuartos de final del Open de Australia que se presentaban con sabor a final. Se presumía un duelo igualado, y no ha decepcionado. Finalmente, sin embargo, la experiencia de Djokovic se ha impuesto al hambre de Alcaraz (4-6 / 6-4 / 6-3 / 6-4). El balcánico ha remontado un set en contra inicial y ha vuelto a demostrar que en la Rod Laver es casi invencible. Con 37 años sigue siendo el rey de Australia. El murciano tendrá que esperar, como mínimo, un año más para sumar el único Grand Slam que falta en sus vitrinas.
Carlos Alcaraz, con una marcha más
En un ambiente iluminado por una Rod Laver vestida de gala, sin ningún asiento vacío, el duelo ha arrancado mercado por el nerviosismo. Ninguno de los dos tenistas quería arriesgar y eso se ha traducido en un intercambio de breaks para empezar que es poco habitual en esta clase de enfrentamientos. Ahora bien, ambos tenistas han tardado poco a sacar a colación su mejor nivel. Alcaraz ha empezado a sumar con sus impresionantes dejadas, mientras que Djokovic se ha mostrado insuperable a través del revés. Todo empezaba a recordar a los anteriores Alcaraz-Djokovic que hemos visto, siempre espectaculares.
Este era el octavo episodio de esta rivalidad, el primero en una pista dura de Grand Slam. En un principio, esto podía beneficiar a Djokovic, especialista en esta superficie; pero el primer set ha acabado a manos de un Carlos Alcaraz (6-4) que ha imprimido un ritmo de pelota más alto, tanto con el servicio como con la derecha. De entre medio, unos problemas físicos en el abductor del serbio que no parecían graves, pero que han influido en el resultado final de la primera manga.
Djokovic sobrevive y aparece su mejor versión
Ahora bien, nunca se puede dar por muerto a Novak Djokovic. Y menos en Australia, el territorio donde ha conquistado 10 Grand Slams. Prueba ha sido el segundo set, que ha visto una reacción del serbio después de una batalla táctica. Alcaraz continuaba con un ritmo más físicamente, mientras que el balcánico ha optado por un juego más seguro para frenarlo, que ha acabado con otro 6-4, ahora a favor de 'Nole'.
SPEECHLESS.
— #AusOpen (@AustralianOpen) January 21, 2025
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Con esta pequeña victoria, Djokovic ha cogido impulso. Había sobrevivido a una situación dramática y volvía a tener toda la confianza del mundo. Este factor, sumado a su veteranía e inteligencia sobre la pista, lo han catapultado a sumar el tercer set del duelo, ahora con 6-3 que ha tenido de todo: contrabreaks, puntos celebrados por la grada y, sobre todo, mucha tensión. En la manga decisiva nada ha cambiado y con una versión imperial, el mejor tenista de la historia ha cerrado el partido con un 6-4, firmando su última proeza: con 37 años, seguir intratable en Australia.