Carlos Alcaraz ya es a un solo paso de la medalla en los Juegos Olímpicos de París. Después de varios partidos fáciles en el cuadro individual, hoy se ha medido al primer rival de autoridad, un Tommy Paul que siempre es un escollo complicado y que hoy también ha dado guerra. Sin embargo, el talento y la lucha de Alcaraz han sido suficientes para llevarse el triunfo en dos sets (6-3 / 7-5). El próximo rival del murciano saldrá del ganador del duelo que medirá a Casper Ruud y Félix Auger-Aliassime, mientras que en la otra lado del cuadro la lucha para llegar a la final estará entre Djokovic, Musetti y Tsitsipas.
Carlos Alcaraz exhibe madurez...
Menos de 24 horas después de la derrota que sufrió en dobles junto a Rafa Nadal, Carlos Alcaraz ha vuelto a la Philippe Chatrier para enfrentarse a un escenario adverso. El desgaste físico de esta semana está siendo brutal, y ahora tenía que olvidar esta dura caída para centrarse en derrotar a un Tommy Paul que, gracias a su constancia, siempre puede ser un dolor de cabeza. Ahora bien, desde los primeros juegos del partido, Alcaraz ha demostrado ser un tenista muy maduro, con la suficiente experiencia para afrontar cualquier situación.
Y es que las dos primeras pelotas de break han sido favorables al tenista estadounidense. Pero esto no ha puesto nervioso a un Carlos Alcaraz que ha reaccionado con solvencia para mantenerse firme en el servicio. Y el murciano nunca perdona. En la primera oportunidad que tuvo para adelantarse en el marcador, se apuntó un break y empezó a generar distancia en un set que se acabó resolviendo a su favor en únicamente 40 minutos y con un 6-3.
... y una reacción de campeón para avanzar en semifinales
Después de ese primer asalto, todo estaba destinado a vivir un final rápido a favor de Carlos Alcaraz. Ahora bien, el inicio de la segunda manga de Tommy Paul ha sido inmejorable. Esta vez sí supo aprovechar las pelotas de break de las que disfrutó y se colocó 3-0 a favor. Ahora el murciano parecía destinado a buscar su billete para las semifinales en un tercer set. De hecho, para casi cualquier tenista ese resultado sería condenatorio. Pero los mejores del mundo, como él, están hechos de otra pasta. Tienen una mentalidad diferente que les permite sacar fuerzas de flaqueza y luchar hasta el final. En este caso, la recompensa ha sido un tie-break que parecía oro.
Y con el segundo parcial ya igualado, es donde su madurez ha aparecido. Tommy Paul ha mostrado una cara también muy sólida, pero todos los momentos decisivos han caído a favor del ya semifinalista de los Juegos Olímpicos. Un triunfo sufrido, que servirá para carburar cara a las instancias más complicadas de este torneo. Próxima parada: la medalla olímpica.