El 2024 será recordado en el mundo de tenis por ser el año en qué se ha acabado la hegemonía del 'big three'. Después de más de 20 años (2003), ni Novak Djokovic, ni Rafa Nadal, ni Roger Federer han conquistado ningún Grand Slam. Y los nuevos protagonistas del circuito tienen nombres y apellidos: Jannik Sinner y Carlos Alcaraz. El italiano y el español se han repartido los cuatro Grand Slams de la temporada. Sinner reinando en las pistas rápidas de Australia y Nueva York, y Alcaraz dominando la tierra batida de Roland Garros y la hierba de Wimbledon.
Sinner y Alcaraz, una rivalidad de muchos quilates para suceder al 'big three'
Esta temporada del tenis, que ya ha vivido sus mejores momentos con los cuatro Grand Slams y los Juegos Olímpicos, a falta de celebrarse la Laver Cup y las ATP Finales, ha sido dominada de arriba abajo por Carlos Alcaraz y Jannik Sinner. Los dos jóvenes tenistas, de 23 y 21 años respectivamente, han demostrado que ya están preparados para relevar a la generación del 'big three', con la cual han crecido. Con el permiso de Novak Djokovic, que en los Juegos Olímpicos de París demostró que todavía podía soñar con alguna victoria importante más por agrandar su leyenda, el futuro del tenis está en manos de estos dos animales competitivos.
Aunque son dos perfiles de tenistas muy diferentes, ambos comparten una misma cosa: el hambre insaciable para mejorarse y seguir acumulando éxitos. La rivalidad entre los dos justo acaba de nacer, pero ya nos han dejado varios partidos memorables, como el memorable de la temporada anterior en Indian Wells. Un Sinner - Alcaraz es sinónimo de espectáculo. Y si las lesiones les respetan y nada se tuerce en sus caminos, veremos muchas finales protagonizadas por ellos. Porque, como se ha visto en esta campaña de Grand Slams, casi no tienen rivales que estén a su altura.
Sinner se repone en el US Open y Carlos Alcaraz anhela su retorno
De hecho, para ver un año en que los cuatro Grand Slams han sido repartidos entre dos tenistas, nos tenemos que remontar al año 2019, cuando Djokovic ganó el Open de Australia y Wimbledon, mientras que Rafa Nadal levantó Roland Garros y el US Open. Después de este año, el gran reto que tienen Sinner y Alcaraz es invadir el territorio enemigo. Es decir, que el español gane algún Grand Slam de pista rápida y que el italiano se adjudique el abierto francés o el torneo londinense.
El dominio de Sinner en pista rápida es admirable. Este último US Open ha sido una prueba clara. Rodeado de la gran polémica por su doble positivo en dopaje, el numéro 1 del mundo ha aprovechado las bajas prematuras de Alcaraz y Djokovic y no ha tenido rival. Una situación parecida ha sucedido en los pasados Wimbledon y Roland Garros, dos torneos en que el murciano se ha impuesto con mano de hierro. El futuro del tenis está en buenas manos.