Carlos Alcaraz se ha despedido del Open de Australia en los cuartos de final. A pesar de forzar el cuarto set cuando el partido parecía ya cerrado en favor de Alexander Zverev, el tenista murciano no ha podido vencer a una versión incontestable de Zverev (6-1, 6-3, 6-7, 6-4) y se ha quedado a las puertas de acceder a las semifinales. El alemán ha sido insuperable en tres de los cuatro sets y se presenta como uno de los rivales a batir en este primer Grand Slam del año. Antes de pensar en la final, el de Hamburgo tendrá que superar Daniil Medvedev, un jugador que conoce bien este torneo. Ahora bien, el máximo favorito al título sigue siendo Novak Djokovic, que tendrá también una dura semifinal contra un Sinner que llega en un gran estado de forma. La Rod Laver pierde el talento de Alcaraz de forma prematura, pero todavía albergará tres partidos que prometen ser de un nivel impresionante.
Zverev pone sobre la mesa su mejor versión
El partido ha iniciado de la peor manera posible para Carlos Alcaraz. El tenista murciano se ha encontrado delante a un Alexander Zverev que ha recordado sus mejores momentos. El alemán cada vez tiene más olvidada la grave lesión que sufrió en el Roland Garros del 2022 contra Rafa Nadal y en pistas rápidas como la del Rod Laver Arena es uno de los rivales más complicados de batir del mundo. Con un servicio imposible de contrarrestar y su potente revés, el número seis del mundo ha firmado uno primero set impecable.
Tanto es así que en el segundo juego de la primera manga ya ha encontrado un break que ha confirmado acto seguido, para colocarse 3-0. Solo empezar, el escenario para Alcaraz ya era más que complicado. No encontraba la manera de frenar el servicio de su rival y el alemán no fallaba. Los rallys largos tampoco caían del lado del murciano y el primer set ha acabado con un 6-1 que encendía todas las alarmas en el box del segundo mejor jugador del ranking ATP. Todavía quedaba mucho partido, pero las sensaciones del el del Palmar eran muy negativas, tanto por el nivel que estaba exhibiendo Zverev como por la poca respuesta que estaba ofreciendo, él mismo.
Es cierto que en el segundo set ha habido una tímida respuesta por parte de Alcaraz, que intentaba coger impulso celebrando continuamente los puntos que encontraba a través de golpes ganadores, pero eso no ha alterado el juego de Alexander Zverev. El germano tenía entre ceja y ceja acceder a las semifinales de este primer Grand Slam del año y en el séptimo juego del segundo set ha dado un paso de gigante gracias a un break que ha vuelto a repetir minutos más tarde para colocarse 2-0 en sets.
Alcaraz saca fuerzas de flaqueza, pero no son suficientes para acabar con Zverev
En el último set, sin embargo, han llegado las primeras sonrisas de Alcaraz. Cuando el partido ya parecía decidido en favor de Zverev con un 5-3 a favor del alemán, ha sacado fuerzas para hacer el primer break y ver un pequeño rayo de luz al final del túnel. La victoria seguía muy lejos, pero el murciano tenía licencia para soñar. Y punto a punto, ha forzado un tie-break que parecía inimaginable. A partir de aquí, ha aparecido la mejor versión del vigente campeón de Wimbledon. Con una serie de puntos que han hecho levantar al público de sus asientos, el del Palmar se ha llevado el tercer set para hacer titubear a su rival.
Y aquí ha llegado el momento más igualado del duelo. Sin embargo, la seriedad de Alexander Zverev no ha desaparecido y se ha acabado adjudicando el partido gracias a un manga en el cual Alcaraz no ha encontrado el anhelado break que hubiera desequilibrado la balanza. Con este triunfo, el alemán se presenta como una de las alternativas para heredar el trono de Novak Djokovic en Australia.