Con el futuro de Fernando Alonso ya asegurado en Aston Martin, Carlos Sainz pasa a ser la alternativa más potente de entre los pilotos que están en el mercado. Max Verstappen, por su parte, apunta a seguir en Red Bull. La rumorología que un día desató el caso Horner se ha enfriado y todo indica que el piloto neerlandés y la escudería austríaca seguirán con su hegemonía y darán continuidad a partir de 2025 a una alianza que está resultando una mina de oro para ambas partes.

No obstante, en las entrañas de la escudería de las bebidas energéticas no se tiene claro que el piloto que complemente a Verstappen de cara a la próxima temporada tenga que ser Checo Pérez. El mexicano, como durante la pasada temporada, ha tenido un muy buen inicio, pero el GP de Miami fue la primera de las características carreras que a Red Bull no le hacen gracia.

Checo Pérez y Christian Horner, piloto y Team Principal de Red Bull / Foto: EFE

Checo Pérez no tiene margen de error

El mexicano cruzó la bandera a cuadros en quinta posición, pero sumó los 12 puntos de la cuarta después de que la FIA sancionara a Carlos Sainz por su acción con Oscar Piastri. El madrileño fue su rival más próximo este fin de semana y lo será por el asiento que actualmente ocupa durante este próximo invierno.

El caso es que, para acompañar a Max Verstappen, el favorito de Red Bull es Carlos Sainz. Helmut Marko, el asesor de la escudería y el jefe de su academia, ha afianzado en repetidas ocasiones la figura de Checo Pérez, afirmando que no hay motivo aparente para no renovar al mexicano. No obstante, ha dejado claro que tiene que ser el propio piloto quien se gane su próximo contrato, demostrándolo sobre la pista, sobre todo, en jornada sabatina.

Checo Pérez y Max Verstappen, saludándose después de una carrera / Foto: Europa Press - Antonin Vincent

A Red Bull no le convencerá una temporada como la de 2023

Checo Pérez ganó el subcampeonato mundial durante la pasada campaña, pero Red Bull ya dejó claro que una temporada como la última no lo convencerá. Lo que el equipo quiere no es solo un piloto competitivo al lado de Verstappen, sino que pide uno regular y que sea capaz de meter presión a Max Verstappen.

En este sentido, Checo Pérez estuvo a año luz de hacerlo durante la pasada temporada, sobre todo en términos de regularidad. De hecho, el '11' ostentó una estadística vergonzosa para Red Bull en vista del nivel de su monoplaza. Concretamente, estuvo 5 fines de semana consecutivos cayendo en la Q1, viéndose obligado a remontar durante la carrera. En muchas ocasiones, lo hizo, pero en una escudería como Red Bull, el resultado final no lo es todo. Hay que rozar la perfección durante el proceso.