Al contrario que Fernando Alonso, que ha sorprendido a todo el mundo gracias al rendimiento del Aston Martin, las cosas no van tan bien para el otro piloto español de la parrilla, Carlos Sainz. Ferrari lleva dando tumbos desde la temporada pasada y no es capaz de dar con la tecla para volver a situar a la escudería italiana de nuevo en el Top.
El inicio de la presente temporada de los italianos ha sido una continuación de la anterior. De nada han servido los cambios al frente del equipo y siguen dando palos de ciego. La alta degradación de los neumáticos y los problemas de fiabilidad de sus monoplazas han supuesto que se haya consumado el peor arranque desde 2009 y no han sido capaces de pisar el podio en ninguno de los tres Grandes Premios disputados hasta la fecha.
Crece la tensión en Ferrari
Los de Maranello son cuartos en el campeonato de constructores, por detrás de Aston Martin y Mercedes, que deberían ser sus máximos rivales por conseguir el segundo puesto, habida cuenta de que el Red Bull juega en otra liga. El equipo austriaco tiene 97 puntos de ventaja sobre Ferrari, pero el problema es que los italianos ni siquiera están cerca del segundo y tercer puesto.
El mal rendimiento del SF-23 es uno de los grandes problemas de Frédéric Vasseur, director general de Ferrari, pero no es el único que debería preocuparle. Según informa el periodista de Motorsport Network, Peter Windsor, el compañero de Sainz, Charles Leclerc, se ha quejado de no recibir ayuda por parte de Carlos en el Gran Premio de Australia.
Todo ocurrió en la Q3 cuando el piloto francés iba en vuelta rápida y quería aprovechar el rebufo de su compañero, algo que no ocurrió, porque Carlos Sainz abortó su intento y a Leclerc no le quedó otra que adelantarlo. "Carlos me ha dado un rebufo muy agradable entre las curvas tres y cuatro", dijo con tono irónico, quejándose por la radio del tiempo que le hizo perder su compañero.
Leclerc culpa a Sainz de su mal arranque
Hay mucha gente que es más de ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio. Es lo que le ocurre a Leclerc, que achaca a Sainz su mal arranque de la temporada, culpándolo públicamente de todos sus males. Nada más lejos de la realidad. Leclerc no sabe reconocer sus propios errores y busca justificación en los demás.
De hecho, el francés se ve como el piloto número 1 de Ferrari y ve en Sainz a un número 2, más que alguien con quien competir realmente. El periodista estadounidense va más allá y se pregunta "¿Por qué Carlos Sainz ayudaría a Charles Leclerc más de lo que Charles realmente ayudaría a Carlos?", y reconoce no entender el enfado de Leclerc.
En Ferrari deberán apagar el fuego rápidamente si no quieren que el ego de Charles Leclerc se convierta en una amenaza interna. Aunque, después de todo, Sainz pueda quedar realmente tocado y todo este lío lo acerque a la puerta de salida de Ferrari. De momento, continúan los problemas para los italianos.