La temporada pasada de Ferrari ha sido irregular. Pese a que el mejor coche de la parrilla ha sido claramente el Red Bull, el objetivo de la escudería italiana era intentar dificultar la victoria final de Max Verstappen y Checo Pérez, asentándose como la alternativa real al equipo de la famosa bebida energética. Sin embargo, el resultado para los italianos no ha sido convincente, pues se han quedado a más de 200 puntos de la primera plaza en la clasificación de constructores.
Ni Sainz ni Leclerc satisfacen a Ferrari
Además, tampoco han quedado segundos, pues Mercedes, tras firmar una gran segunda parte de campaña, ha acabado tres puntos por delante. Unos resultados que se entienden tanto por el pobre rendimiento que ha ofrecido el coche, como por los errores que han tenido sus pilotos. Y en este último sentido, el piloto que ha quedado señalado dentro de Ferrari ha sido Carlos Sainz, que ha acabado el año ubicado en la séptima plaza, por detrás de monoplazas más lentos que el suyo.

Es evidente, por lo tanto, que Ferrari necesita cambios de cara a la temporada que viene. Veremos si el coche que presente la escudería italiana para el próximo año tiene los cambios suficientes como para competir contra los Red Bulls, que, salvo giro radical de los acontecimientos, van a ser los líderes absolutos del Mundial, pero también se va a exigir un mayor nivel de parte de los dos pilotos.
Fernando Alonso, rechazado en Ferrari
Aun así, no se prevén cambios en los nombres que vayan a ocupar los dos monoplazas de Ferrari durante la temporada que viene. El equipo transalpino hizo una apuesta clara la temporada anterior y esta se va a mantener durante los próximos años. Eso si, este rumbo podría haber cambiado hace unos meses, cuando Fernando Alonso, que todavía no había empezado su nueva aventura en Aston Martin, recibió el interés de parte de Ferrari.

En un principio, el piloto asturiano podría haber estado interesado en esta oferta, pero fue la propia escudería dirigida por Fred Vesseur el que se acabó decantando por la apuesta de Carlos Sainz, ya que consideraban que el fichaje de Alonso podría desestabilizar a un Charles Leclerc que se vería opacado por la grandeza del dos veces campeón del mundo, que esta temporada ha vuelto a demostrar que puede competir por estar en las posiciones cercanas al podio sin tener un coche puntero dentro de la parrilla.