En el Real Madrid pronto podrán despedirse de uno de sus grandes dolores de cabeza en las últimas temporadas. Porque Gareth Bale ya tiene las maletas preparadas, y se marchará después de ocho años en el club, si no contamos el curso anterior, en el que estuvo cedido en el Tottenham Hotspur. Se marchará después de haber conquistado su quinta Champions League, y su tercera Liga Santander, pero lo hará por la puerta de atrás, siendo odiado por su propia afición.
Algo que es completamente lógico, viendo el comportamiento que ha tenido, y las faltas de respeto hacia la entidad que se lo ha dado prácticamente todo. Florentino Pérez cuenta los días que quedan para que llegue el próximo 30 de junio, es decir, exactamente un mes, y dirá adiós a un jugador que hasta el momento sigue siendo el mejor pagado de la plantilla, a pesar de no haber entrado en los planes de Carlo Ancelotti en ningún momento.
En el Barça se han reído constantemente del eterno rival por los problemas que ha generado ‘el Expreso de Cardiff’, aunque ahora ellos pueden tener un caso similar en el equipo, salvando las distancias. Porque obviamente no se puede comparar los escándalos que ha tenido el internacional galés con los de Memphis Depay. El holandés no ha dado problemas, pero simplemente no cuenta con la confianza de Xavi Hernández.
Por ese motivo, esperan que se marche este verano, y confían en poder obtener una cantidad de dinero significativa, que ronde los 25 millones de euros. Es el precio en el que Joan Laporta le ha tasado, y estaba convencido de que no tardaría demasiado en encontrarle un comprador. No obstante, sus planes pueden verse trastocados por culpa de la postura que ha adoptado el ex del Olympique de Lyon, el Manchester United y el PSV Eindhoven.
Según informan, no tiene intención de irse, y quiere seguir en el Camp Nou durante otro curso más, ya que se siente realmente cómodo y contento con su vida en España, donde se ha adaptado perfectamente.
Prefiere irse gratis en 2023
Una cosa que es preocupante para los intereses del Barça, ya que eso implicaría que se marcharía totalmente gratis en 2023, momento en el que su vínculo expira. De esta manera, Memphis se aseguraría percibir un salario más elevado, y una prima de fichaje importante en el club en el que recale.
Además, Depay está convencido de que podría tener ofertas mucho más interesantes de las que tiene ahora. Es decir, que se puede ir exactamente igual que Bale, sin prácticamente tener minutos, y con la carta de libertad.
Laporta tratará de evitar que eso ocurra.