Samuel Umtiti se ha convertido en un dolor de cabeza para el Barça en los últimos años. Porque seguía cobrando un salario de estrella, de 12 millones de euros netos por campaña, a pesar de que era suplente habitual, y ni siquiera entraba en los planes. Las graves lesiones de rodilla que ha sufrido han provocado que su mejor nivel sea cosa del pasado, y no queda ni rastro de ese central infranqueable, que era considerado como uno de los mejores del planeta.
Su elevada ficha fue el principal obstáculo por el que no conseguían deshacerse de él, pues ningún equipo estaba dispuesto a pagarle eso. El internacional francés, por su parte, manifestó que no tenía ningún tipo de intención de marcharse, y que solo lo haría en caso de recibir una propuesta irrechazable. Una cosa que nunca sucedió, motivo por el que aún está en el Camp Nou. No le ha importado recibir amenazas, insultos y abucheos de su propia afición.
El ex del Olympique de Lyon siempre ha defendido que tiene contrato en vigor, y que tiene intención de respetarlo. Afortunadamente, Joan Laporta consiguió hace unos meses lo que Josep María Bartomeu nunca pudo hacer, que es llegar a un acuerdo para rebajar su sueldo. O mejor dicho, diferirlo, ya que también tuvo que extender su vínculo por tres años más. Aún y así, confía en que este verano sea el definitivo, y el campeón del Mundial de Rusia se marche. O traspasado o en calidad de préstamo.
Pero una vez solucionado el caso Umtiti, ahora al Barça le ha surgido un nuevo problema con otro futbolista. Y es que este verano regresará Miralem Pjanic, después de haber estado cedido en el Besiktas este curso. No cuenta para Xavi Hernández, y por eso le han comunicado que debe de comenzar a buscarse un nuevo equipo para la próxima campaña. La respuesta del bosnio ha sido directa y contundente, y ha avisado de que no tiene ninguna prisa.
También tiene un documento de trabajo de larga duración, por dos años más, y solo se irá en caso de recibir una llamada lo suficientemente interesante. Es decir, que tendrán que cruzar los dedos para que algún conjunto llame a su puerta.
Pjanic, devaluado completamente
A decir verdad, parece bastante complicado que el Barça encuentre un comprador para Pjanic. Su ha devaluado mucho, pues ha entrado en un declive deportivo innegable, y no hay que olvidar que ya tiene una edad avanzada, 32 años. Eso ha hecho que sus antiguos pretendientes pierdan el interés.
En estos momentos, hay muchas posibilidades de que acabe quedándose a las órdenes de Xavi. La única solución es esperar a que expire su contrato, que se extiende hasta 2024.
O que Laporta le ofrezca la rescisión de mutuo acuerdo…