Xavi Hernández terminó el partido contra el Espanyol muy enfadado. El Barça había logrado lo más difícil, abrir pronto el marcador, pero después cayó en la trampa de deambular por el campo, aguantando el 1-0, hasta que un accidente lo cambió todo. El entrenador había insistido en no caer en el conformismo, en buscar un segundo gol, pero el equipo no lo hizo y sucedió lo que en el fútbol siempre puede suceder, que el equipo inferior aproveche un único fallo del rival para penalizarlo.

Es por ello que Xavi Hernández ha decidido mantener el pacto que hizo con el equipo, que sabía que sería castigado si no ganaba al Espanyol. Los jugadores tendrán que presentarse la tarde de este 1 de enero a la Ciudad Deportiva Joan Gamper, para el entrenamiento de recuperación que estaba marcado en la agenda. Xavi había pactado con la plantilla suprimir esta sesión si ganaban el derbi.

Martin Braithwaite Ansu Fati Barça Espanyol / Foto: EFE
Braithwaite, conduciendo el balón ante Ansu Fati / Foto: EFE

El castigo de Xavi al equipo

Y es que tal y como explica el diario As, es un clásico que Xavi Hernández le ponga a los jugadores retos en los partidos importantes. Son premios para incentivar al equipo. En el derbi del Camp Nou del año pasado, en el que el entrenador acababa de llegar, Xavi puso encima de la mesa dos retos. El primero era ganar al Espanyol, por lo que el equipo lograría un día más de fiesta. El segundo era una comida en el restaurante Can Ferran si el Barça marcaba 2 goles en la primera media hora. No lo lograron y no se llevó a cabo. 

Para el derbi de este año, el Barça solo tenía que ganar el partido para conseguir suprimir el entrenamiento del 1 de enero, un día en el que los jugadores quieren estar con la familia, para celebrar la entrada en el año 2023. El empate les hará tener que ir a entrenar.

Calero De Jong Barça Espanyol
Calero, agarrando a De Jong en el Barça-Espanyol / Foto: EFE

Los señalados del empate contra el Espanyol

Contra el Espanyol, pocos jugadores lograron una buena nota, aunque hay varios que han terminado señalados. Uno de los principales es Raphinha, que desaprovechó la titularidad que le dio Xavi Hernández. En el Barça están muy decepcionados con el brasileño, que no fue capaz de romper por la banda derecha, hasta el punto de que Xavi lo acabó sustituyendo. El extremo está en el mercado y saldrá si llega una oferta próxima a los 50 millones de euros.

Otra decepción fue Ansu Fati, que como Raphinha desaprovechó la titularidad que le dio Xavi. En el Barça siguen teniendo paciencia con el jugador, que sigue luchando para olvidar la lesión de rodilla, aunque poco a poco se va quedando sin argumentos, hasta el punto de que no se descarta una medida drástica si se mantiene así en los próximos meses. Más sentenciado parece estar Ferran Torres, que salió en la segunda parte para certificar que está muy lejos de ser una de las estrellas del Barça.